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Leyó la biblia sin saber lo que era. ¡Eso la enamoró del Señor!

Leyó la biblia sin saber lo que era. ¡Eso la enamoró del Señor!

Una visita a la biblioteca cambió la vida de Yvonne para siempre, la joven encontró un libro de tapa negra con el título “Antiguo y Nuevo Testamento”. Como nunca había oído hablar de la obra, la tomó prestada por curiosidad, sin saber que era la Santa Biblia.

Yvonne nació en China en la década de 1970 en una familia de emprendedores. De origen humilde, su padre fue impulsado por la búsqueda de riqueza para dar seguridad a su familia. Al empezar a leer no sabía que se trataba de la Biblia.

“Leí una historia sobre Jacob luchando con Dios. Pensé que era mitología griega. Me fui a casa y leí el libro como una novela. No entendía mucho, pero me gustaban los cuentos y la literatura sapiencial. Los Salmos tocaron mi corazón”, manifestó.

A finales de mes, Yvonne no había terminado de leer toda la Biblia, pero como los libros de China se regresaban todos los meses, tuvo que devolverla a la biblioteca. Al entregar el libro, la bibliotecaria dijo: “¡Lees la Biblia! No debería cobrarte por leer la Biblia».

Fue entonces cuando la joven china descubrió que estaba leyendo la Palabra de Dios. “La bibliotecaria me devolvió mi dinero. Estaba muy sorprendida. ¡No sabía que estaba leyendo la Biblia!”, afirmó Yvonne.

Aumentó su interés al saber que era la Biblia

El interés de Yvonne en el libro sagrado se incrementó, por ello le preguntó a la bibliotecaría donde comprar una copia para terminar la lectura. La mujer le respondió que en la iglesia local tendrían una Biblia para darle.

El domingo siguiente, la joven asistió al servicio. “Alguien me dio un libro de himnos. Todavía recuerdo la letra del primer himno. Ven a casa, vuelve a casa. Canté y sonó como una canción del cielo. Estaba llorando. Sentí como si alguien me estuviera llamando a casa. No entendí mucho del sermón, pero la oración fue hermosa para mí”, explicó.

Así fue el comienzo del viaje de Yvonne con Jesús. Fue a la iglesia, compró una Biblia y la leyó todo. Hoy, después de 20 años, la china es pastora en una iglesia de habla mandarín y sigue enamorada del poderoso libro que descubrió en una biblioteca. 

“¡Jesús es tan real para mí! ¡Sus palabras en la Biblia son tan preciosas para mí! ¡Quiero proclamar tu Palabra! Mirando hacia atrás, no sabía mucho cuando le respondí por primera vez a Dios. Pero no siempre tenemos un concepto completo de Dios cuando respondemos”, testificó Yvonne.

«He pasado por muchos momentos difíciles. Pero Dios me llevó a ‘un lugar espacioso’. Tuve que encontrar mi verdadera seguridad en Jesús. Aprendí a confiar en él, no en mí», reflexionó.

La pastora también reveló su versículo favorito: “Es Isaías 43: 1, ‘No temas, porque yo te he redimido; Lo llamé por su nombre; tú eres mío’», concluyó Yvonne.

Tras sufrir covid-19 y un doble trasplante de pulmón, Dios le dio un soplo de vida.

Tras sufrir covid-19 y un doble trasplante de pulmón, Dios le dio un soplo de vida.

Una mujer de Texas experimentó la sanación de Dios tras sobrevivir a un doble trasplante de pulmón, lo que la ayudó a vencer las complicaciones del Covid-19.

Michelle estuvo hospitalizada por casi cuatro meses y tuvo que ser intubada para poder seguir con vida.

Michael, el esposo de Michelle, expresó que vivieron momentos de angustia donde escucharon muchas malas noticias.

Sin embargo, a esta familia no le faltó la oración y la ayuda de la comunidad que se puso a su disposición.

Fe

Cuando la situación más apretaba, Dios estaba ahí bendiciendo. Los vecinos recaudaron fondos para Michelle, cuidaron a su hijo con autismo y a sus perros.

El mejor amigo de Michael organizó varios eventos que pudieron costear los gastos de la mujer. “Si no eres un creyente, esta es una historia para que la creas”, dijo.

Los vecinos le dieron una gran bienvenida a Michelle cuando volvió a la casa. Los vecinos y los familiares esperaban a la pareja en medio de un desfile de autos. “Ella es un milagro de Dios. Ella sobrevivió”, dijo Juan Martínez, un viejo amigo de la familia, mientras sostenía un cartel de bienvenida.

Michael manifestó que aprendió a mantener la fe durante este difícil momento y aseguró que la recuperación de su esposa solo pudo ocurrir por el poder de Dios.

¡La oración familiar, momento fuerte y valioso que aumenta nuestra fe!

¡La oración familiar, momento fuerte y valioso que aumenta nuestra fe!

La oración en familia… ¡qué importante es! Unirse en oración padres e hijos ¡Rezar en comunidad es sumamente importante! 

La Iglesia anima a los creyentes a tener este tiempo de espiritualidad en familia, «porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy presente en medio de ellos».

Cómo nos explica esta meditación, la oración y la familia son dos grandes tesoros que tenemos en la tierra.

Este pequeño vídeo que les comparto hoy ofrece algunos consejos sacados de las entrevistas de «Secretos de la Oración» para lograr el propio estilo de oración familiar.

Plegaria y unidad familiar

Tener la oportunidad de crecer en un hogar donde la oración es parte del día a día es una hermosa bendición. Su importancia radica en el ejemplo de padres a hijos.

Aprender a orar en todas las estaciones de la vida junto con la familia fortalece la unión y los vínculos de parentesco.

La oración en familia brota de la escucha de Jesús, de la lectura y familiaridad con su Palabra. Nos lo confirma el Catecismo:

«La fe alcanza su mayor fecundidad cuando se vive en interacción con los demás, y en primer lugar con nuestro cónyuge y nuestros hijos, quienes, de hecho, forman nuestra primera comunidad de vida, nuestra Iglesia doméstica» (CIC, 1655).

Vivir la fe de forma concreta en el hogar implica que existan momentos de oración familiar, momentos de vivir los sacramentos juntos. Sobre todo en la misa del domingo, que se puede convertir en un auténtico ritual para disfrutar unidos.

El valor del ejemplo

Vale la pena que el momento de la oración sea acogedor y que no esté demasiado reglamentado. Cada familia encontrará su manera de rezar. Según los periodos del año, de los acontecimientos familiares, y de la creatividad de cada uno, recordando que podrá evolucionar. 

En lo que concierne a los hijos, la mejor manera de que los padres les transmitan la fe es vivirla ellos mismos. No hay mejor catequesis para un niño que la imagen de sus padres unidos en la oración, una imagen así es más edificadora, profunda y duradera que las palabras.

Es necesario que los hijos vean rezar a sus padres en el hogar. Nos enseña el papa Francisco que:

«Es vital que la oración en familia sea con devoción, que no se limite a las palabras, sino que se transforme en hechos y testimonios de fe, para que los niños aprenden a hacer los gestos, a repetir algunas fórmulas sencillas, algún canto, a estar en silencio hablando a Dios».

Así los niños aprenden a colocar al Señor en la línea de los primeros y más fundamentales afectos, dice san Josemaría:

«Aprende a tratar a Dios como Padre y a la Virgen como Madre. Aprende a rezar, siguiendo el ejemplo de sus padres. Cuando se comprende eso, se ve la gran tarea apostólica que pueden realizar los padres, y cómo están obligados a ser sinceramente piadosos, para poder transmitir, más que enseñar, esa piedad a los hijos, que comienza por la oración en familia».

Cuéntanos en los comentarios si la oración en familia es una de tus favoritas. ¿Cómo lo hacen?, ¿de qué maneras les gusta hacerlo?, ¿tienen alguna oración predilecta?

En este, el mes de la biblia, estas son 5 lecciones de Moisés

En este, el mes de la biblia, estas son 5 lecciones de Moisés

Comenzamos septiembre, ¡mes de la Biblia! Tiempo en el que año tras año nos concentramos en la celebración de la Sagrada Escritura como uno de los canales de la revelación de Dios.

Por eso queremos iniciar este mes con un recurso bastante sencillo que nos ayude a ver el ejemplo que dos personajes importantes del Antiguo testamento, nos dejan para la cotidianidad.

Dios eligió a Moisés para guiar al pueblo de Israel que se encontraba en la esclavitud bajo el dominio de Egipto y llevarlos a la tierra prometida. Así Moisés también es el mediador de la antigua alianza, por medio de quien Yahvé entregó la ley a su pueblo. 

Algunos autores y estudiosos de la Escritura dicen que el papel de Moisés en el Antiguo Testamento es una sombra y tipología de la figura y ministerio que Jesús desempeña en el Nuevo testamento.

Te invito a descubrir cinco enseñanzas de Moisés y Josué para nuestra vida:

1. Amar a Dios sobre todo, lleva a la obediencia

El libro de Deuteronomio contiene una máxima judía que recuerda de generación a generación cuál es el mayor mandato que debe cumplir el hombre:

«Escucha, Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza» (Dt. 6, 4-5).

Es el amor al Señor y la adhesión a sus enseñanzas, lo que ayuda a los hijos de Dios a vivir en libertad.

Pensemos en las ocasiones en las que no hemos sido fieles al amor a Dios, o cuando nos hemos dejado llevar y no le hemos escuchado, como resultado empezamos a vivir cierto tipo de esclavitudes. 

Lo primero que hace Moisés en su esfuerzo de encomendar al pueblo a obedecer a Dios es ordenarles a amar a Dios. El fin es ser obedientes, es adoptar una forma de vida conforme a su voluntad, pero el único camino para hacerlo es amarle sobre todas las cosas.

La clave es sencilla, quien ama a Dios, le obedece. La prioridad del mensaje es que entendamos que nuestra obediencia nace de nuestro amor por Dios.

El amor que mueve nuestra obediencia es también impulsado por un reconocimiento de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.

2. Recordar la bondad de Dios en nuestra vida nos incentiva a amar

Nuevamente el libro del Deuteronomio nos trae una acción de gracias que Moisés hace a Yahvé por su bondad:

«Comprendan ustedes hoy que no estoy hablando con sus hijos, los cuales no han visto la disciplina del Señor su Dios: su grandeza, su mano poderosa, su brazo extendido, sus señales y las obras que hizo en medio de Egipto a Faraón, rey de Egipto y a toda su tierra.

Lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros, al hacer que el agua del Mar Rojo los cubriera cuando los perseguían a ustedes, y el Señor los destruyó completamente…» (Dt. 11, 2b-4).

Este discurso de Moisés es abundante en agradecimiento y reverencia a las proezas del Señor. Igual deberían ser nuestras conversaciones, oraciones y canciones dirigidas a Dios.

En repetidas ocasiones nos enfocamos en la oración de petición, sumamente válida, pero dejamos de lado la necesidad de agradecer a Dios por su actuar. Esta oración es maravillosa y puedes escucharla en cualquier momento. ¡Hay tanto que tenemos que agradecer!

La gloria de la libertad de Israel como nación no la ganó el propio pueblo de Israel, fue Dios en su misericordia infinita. Nosotros tampoco hemos ganado nuestra libertad y salvación. Por tanto, nuestro agradecimiento es merecido y necesario.

3. La adhesión a la vida en Dios trae salvación

«Y sucederá que si obedeces diligentemente al Señor tu Dios, cuidando de cumplir todos sus mandamientos, el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra.

Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al Señor tu Dios» (Dt. 28,1-2).

Este pasaje nos presenta una bendición real, mucho más valiosa que riquezas o salud, es la bendición de contar con la cercanía de Dios en nuestras vidas.

Al obedecer al Señor, al buscar cumplir su voluntad, no solo afianzamos nuestro amor por Él, sino que cumplimos el propósito por el cual fuimos creados. 

Nosotros no somos el pueblo de Israel en tiempos de Moisés, pero tenemos algo que Israel no tuvo en su tiempo, un líder, patriarca y rey más grande que el mismo Moisés: ¡Jesús!

La entrega abnegada de Cristo posibilita nuestra obediencia y adhesión a la voluntad de Dios. 

¿Qué podemos aprender en el mes de la Biblia de Josué?

También encontramos a Josué, quien podría decirse fue el segundo líder del pueblo después de Moisés, él es quien toma el mando y conduce a los israelitas a la tierra prometida después de la muerte de Moisés.

Josué es considerado como uno de los más grandes líderes militares de la Biblia por dirigir los siete años de la conquista de la tierra prometida. A menudo se presenta como un modelo para el liderazgo y una fuente de aplicación práctica sobre cómo ser un líder efectivo. 

4. Hay que ser líderes según la voluntad de Dios

Como líder militar, Josué sería considerado uno de los mayores generales de la historia humana. Pero sería un error atribuirle la victoria de Israel exclusivamente a Josué.

El libro del Éxodo nos presenta, por ejemplo, la batalla de Amalec, donde Josué sale vencedor, podría pensarse que esto se logra solamente gracias a su pericia, pero el mismo texto nos habla de una realidad durante la batalla:

«Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía. Más cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec» (Ex 17,11). La victoria no depende solo de la obra humana, sino también de la intervención divina.

Finalmente dentro del liderazgo de Josué aprendemos la necesaria humildad que debe tener el nuestro. Aquella humildad que nos permite reconocer que no lo podemos todo, que nuestras fuerzas son limitadas, y que por tanto, necesitamos de la asistencia de Dios.

5. Dios es siempre fiel a sus promesas

La principal lección que podemos encontrar en la vida de Josué, es que Dios es siempre fiel a sus promesas. Yahvé le prometió a Abraham que sus descendientes habitarían en la tierra, y bajo Josué, Dios trajo al pueblo a la tierra que Él les había prometido.

Este hecho completó la misión de redención que Dios comenzó con Moisés al sacar a Israel de Egipto.

Todo esto es también una tipología que apunta a la redención final que Jesús trae a la comunidad de fe. Al igual que Moisés, Jesús nos liberó de la servidumbre y la esclavitud del pecado.

Y al igual que Josué, Jesús nos llevará a la tierra prometida y al reposo eterno:

«Está claro que Josué no introdujo a los israelitas en el descanso definitivo, pues, de haberlo hecho, no se aludiría a “otro día” de descanso después de todo aquello.

Por consiguiente, el pueblo de Dios está aún en espera de un descanso, ya que de haber entrado en el descanso de Dios, también él descansaría de todos sus trabajos, lo mismo que Dios descansó de los suyos» (Hebreos 4, 8-10).