El amor solo puede ser eterno si vivimos la conquista de los demás todos los días. Y esto es solo desde el momento en que el amor de Dios prende fuego a nuestras vidas. Solo podemos ser libres cuando tenemos un dueño, pero un dueño que nos administra por amor y libertad. Mi Dueño [Dios] me ama, ¡me aprecia! No vas a sugerir nada que me lastime, porque Tu regalo es el amor. No esclaviza a nadie.
Para tener fuego se necesita leña. Dios es fuego. Necesitamos ser esa madera donde el Señor arde. El Todopoderoso no obra milagros solo para mostrar Su poder, sino que todas las manifestaciones del Señor son para ganar el corazón que está allí. Lo hizo con Moisés. La conquista llega a través de cosas hermosas. Si vas a recibir amigos, ofreces lo mejor. Busca una forma de expresar amor. Esto es lo que hizo Dios con este profeta.
Es eterno porque no se limita
Lo “bello” no se limita a un atractivo interior estético. Te das cuenta de algo más. Es descubrir que algo de esa belleza supera sus formas. Es algo más grande que me llama, que habla de mí, como si esa belleza fuera algo que me faltara. El amor es esta capacidad de verse de manera diferente. En medio de tanta gente, alguien se vuelve especial para ti y te acercas. El amor es esta capacidad de sacar a alguien de la multitud, sacarlo de los lugares comunes y llevarlo a un lugar especial y dedicado. Alguien ha descubierto algo sagrado en ti.
Amar es empezar a descubrir que, en una multitud, alguien no es una multitud. Cuando alguien se te acercó fue porque generaste un encanto en esa persona. El otro se sintió mejor cuando se acercó a ti. La belleza de la totalidad que tienes hace al otro mejor. Lo primero que cura el amor conyugal y conyugal son los huérfanos que nos ha dejado la vida.
Es eterno porque está en Dios
No creo en un matrimonio que no tiene a Dios en su historia. ¿Cómo reconocerá tu esposo el carácter sagrado de tu corazón si no te da conciencia de todo lo sagrado que eres? El amor, cuando no es amor, se convierte en competencia, disputa. Por eso el amor que se inicia y mantiene en Dios será siempre un amor para la promoción del otro.
El matrimonio es un encanto para el otro, que se vuelve significativo cuando lo conozco. Así, todos los días necesitas acercarte al otro y descubrir la razón para seguir con el respeto y la alegría de estar frente a ese, que es tu ayuda adecuada.
El matrimonio en el que el otro es opresión, no es amor. ¡El amor te lleva alto! Si ya no te promocionas significa que te estás olvidando de la vocación primordial del matrimonio: la de encender el fuego del amor, la dignidad y la felicidad para el otro.