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Durante el Congreso Eucarístico Internacional en Budapest (Hungría) el Obispo Metropolita Hilarión Alfeyev resaltó la importancia de la Eucaristía para la Iglesia Ortodoxa. Pero ¿Cuál es su papel en la vida de los creyentes?.

El Metropolita Alfeyev es el presidente del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado

de Moscú y también ejerce de representante ante las instituciones europeas en Bruselas.

El 6 de septiembre, en su exposición en el 52° Congreso Eucarístico Internacional en Hungría, explicó que si bien hay

muchas diferencias entre los católicos y los ortodoxos orientales, enfatizó que comparten la misma comprensión de la Eucaristía.

El líder ortodoxo indicó que su Iglesia cree “que en el pan y el vino eucarísticos no hay una presencia simbólica de Cristo,

sino su presencia plena y real”, y resaltó que “en la tradición ortodoxa, la Eucaristía está estrechamente relacionada con la noción teológica de deificación”.

“No es un tema fácil de hablar, pero la cuestión es que estamos llamados a ser deificados”, agregó.

El Metropolita Alfeyev señaló que los creyentes “estamos llamados a adquirir cualidades divinas sin dejar de ser humanos”

y resaltó que la Eucaristía es “el medio más poderoso” para lograrlo, porque “es el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor Jesucristo

el que entra en nuestro cuerpo y su sangre comienza a fluir en nuestro ser”.

Además, subrayó que la historia jugó un papel importante en cómo su Iglesia ve la Eucaristía actualmente,

porque vivieron por “70 años en situación de persecuciones”.

“La Iglesia fue privada de sus derechos básicos, como la misión, la caridad, las publicaciones,

todo esto estaba prácticamente prohibido. Lo único que quedó en realidad fue la posibilidad de celebrar la liturgia y dar la

comunión a los fieles”, remarcó.

El líder ortodoxo subrayó que la Eucaristía fue “lo que nos preservó como Iglesia” y señaló que,

si bien sólo un número limitado de personas podía asistir al culto de la iglesia bajo el dominio soviético,

justo antes del colapso de la Unión Soviética, la gente comenzó a regresar, debido a la Eucaristía.

“Fue precisamente la Eucaristía la que más los atrajo”, agregó.

Sin embargo, indicó que actualmente la Iglesia Ortodoxa se enfrenta a nuevos desafíos como el “secularismo y el relativismo”.

“También tenemos una gran brecha entre los que son, digamos, cristianos nominales y los que son cristianos practicantes”, lamentó.

El Metropolita Alfeyev subrayó que a pesar que el 70% de los rusos pueden identificarse como cristianos ortodoxos,

no todos aceptan las enseñanzas de su religión.

“Esto no significa en absoluto que todos quieran recibir la Sagrada Comunión, que todos crean en la presencia real de Cristo

en los santos dones”, dijo. “Muy a menudo, es más cercano a una especie de autoidentificación cultural”, agregó.

El líder ortodoxo expresó su esperanza para el futuro, a través de la Eucaristía.

“Todos tenemos que trabajar duro para explicarle a la gente de qué se trata la Eucaristía y cuál es la importancia de la recepción de la Sagrada Comunión”, concluyó.