Durante siglos se creyó que la santidad y el anuncio del Evangelio estaban reservados a los sacerdotes y religiosos. Esto empezó a cambiar con el Vaticano II, pero todavía es «imprescindible» evitar «caer en la tentación del clericalismo». Así lo expresan los obispos en su mensaje para el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, porque detrás de este concepto «late la falsa idea de que los laicos son cristianos de segunda; se confunde la promoción del laicado con su implicación solo en tareas intraeclesiales».
Frente al clericalismo los obispos hablan del «sueño de la sinodalidad», que «nos hace pensar en una Iglesia en la que los laicos no son actores de reparto, sino protagonistas, junto con los pastores y los religiosos, en la misión de anunciar el Evangelio». El otro llamamiento para el Día del Apostolado Seglar, que se celebra el 23 de mayo con el lema Los sueños se construyen juntos, es al discernimiento: «Nos permitirá captar los sueños de Dios, su plan de salvación, su voluntad; en definitiva, que nos llevemos a preguntar como en el Evangelio: “Entonces, ¿qué debemos hacer?”».
En realidad, el discernimiento y la sinodalidad que ahora proponen los obispos ya aparecieron en las conclusiones del Congreso de Laicos celebrado hace un año, que hablaba de ambos conceptos como «ejes transversales de todas nuestras acciones». Por eso, la jornada de este año mira a aquel congreso de febrero de 2020. El motivo, que «fue un antes y un después para el laicado», asegura Dolores García, presidenta del Foro de Laicos. También influye que el punto y final del congreso fue la letra capitular de la pandemia, lo que frenó de golpe todas las iniciativas y «provocó que el plan de trabajo se desviara».
Una vez superado el shock de la emergencia sanitaria, «se recogió el trabajo que se había hecho en los 160 grupos de reflexión que se tuvieron durante el congreso», y con ese material «se elaboró una guía de trabajo que centra los esfuerzos pastorales de los próximos años en cuatro itinerarios: Primer Anuncio, Acompañamiento, Procesos Formativos y Presencia en la Vida Pública». En paralelo se constituyó un Consejo Asesor de Laicos a la CEE, en el que participa una veintena de laicos, entre ellos la propia Dolores García. «Esto es ya un primer fruto, porque este tipo de relaciones entre nosotros, en algunos casos, no se había dado nunca», señala la presidenta.
Otro paso en el camino se dará el día 5 de junio, día en que se ha convocado una jornada de formación para laicos, que ahonda precisamente en el itinerario de procesos formativos. El profesor de Teología de Comillas José García de Castro disertará sobre el discernimiento comunitario con una ponencia titulada Un camino para escuchar a Dios en la historia.
Trabajo local
El hito del congreso también está calando a nivel local. En la diócesis de Sevilla, por ejemplo, se ha constituido recientemente el Equipo de Trabajo del Postcongreso, formado por las 40 personas que asistieron. «Nos habíamos reunido online varias veces para mantener viva la llama del congreso y nos hemos constituido ahora como grupo siguiendo las directrices planteadas desde el Consejo Asesor y la CEE», asegura Enrique Belloso, delegado diocesano de Apostolado Seglar.
Lo primero que hizo el equipo fue reunirse para dar gracias por su constitución y, «en la actualidad, estamos desarrollando una primera acción dentro del itinerario de Presencia en la Vida Pública. Se ha difundido un cuestionario para analizar la presencia de los laicos en la diócesis. De momento han respondido cerca de 80 personas». Con todo el material obtenido «estamos elaborando una guía de trabajo para presentársela al nuevo obispo», concluye.