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El ex adicto a la metanfetamina Ron Larson salvó su vida al aceptar a Cristo. Pasó muchos años consumiendo todo tipo de drogas hasta que en la cárcel conoció la gloria del Señor.

Los problemas de Ron arrancaron desde que era un pequeño niño. Sus padres se divorciaron cuando él tenía solo 5 años. Luego, junto a su hermano se fueron a vivir con su madre hasta que ella no los pudo controlar más.

Cuando ambos hermanos estaban séptimo a octavo grado empezaron a meterse en muchos problemas. Y un día, cuando la policía los llevó a casa, su mamá llegó al límite y se los llevó a su padre porque ya no podía manejarlos.

El padre de Ron era policía de Los Ángeles, por lo que era muy estricto y agresivo al disciplinar a sus hijos. 

Como resultado, Ron tuvo un camino de perdición. Durante la escuela secundaria, el adolescente comenzó a fumar marihuana y beber. Luego, a los 17 años, se fue de la casa y se mudó con un amigo.

Se convirtió en adicto a la metanfetamina

Tiempo después, ya siendo adulto y con un buen trabajo Ron empezó a consumir cocaína. Pero no se quedó ahí, luego se convirtió en adicto a la metanfetamina perdiendo el control de su vida.

Su adicción a la metanfetamina y a las agujas eventualmente le costó su trabajo. Fue entonces cuando comenzó a robar tiendas con un amigo. Hasta que fue arrestado por robo residencial y fue condenado a tres años de prisión.

Dentro de la cárcel, Ron conoció a un tipo skinhead que entregó su vida a Cristo. Todos los días, el creyente iba a su celda y lo invitaba a ir con él a la capilla. 

Posteriormente, lo convenció de que Dios es tan real. A partir de ese momento, Ron se rindió y comenzó a leer la Biblia. Y fue entonces cuando aceptó a Jesús como su Señor y Salvador.

Después de los tres años en prisión Ron salió de prisión y empezó una mejor vida bajo la gloria y la protección del Señor.