Romário dos Santos Alves, de 31 años, conocido como el ‘Hulk brasileño’, soñaba con parecerse al famoso superhéroe de ficción, de quien “adoptó” el apodo. El interés por el personaje llegó a su vida cuando tenía 8 años porque lo admiraba.
Romário dice que su obsesión por parecerse como a Hulk, le llevó 11 años porque creía que era lo más importante de su vida. En su afán por ser en realidad aquel personaje de ficción, él se fue a los extremos al utilizar productos de origen animal y un tipo de aceite que infla los músculos.
Aunque creció en la iglesia en su adolescencia y acompañó a los cultos a su madre quien es evangélica. Romário dice que “se descarrió” y a los 19 años decidió dejar su hogar para vivir en Caldas Novas, Goiás, donde aún vive.
“En 2008 comencé a usar esteroides anabólicos, a tomar productos para caballos, porque me metí en una ola de vanidad”, dice Romário quien dice que quería parecerse a Hulk porque se sentía vacío, hasta sufrir una crisis existencial e intentos de suicidio debido a los ataques de ansiedad, pánico y depresión
En 2019, comenzó a ir a iglesias y a asistir a los cultos. “Durante estas crisis, decidí entregarme a Dios. Empecé a involucrarme y buscar al Señor con mucha fuerza, a saber quién es Dios, quién es Jesús porque tenía mucha sed y hambre”, relata.
Romário, que ahora tiene 31 años, dice que su pensamiento ha cambiado radicalmente, porque hasta entonces “mi negocio era solo el cuerpo, era solo la vanidad, y estaba prácticamente cerca de perder la vida ante el enemigo”.
“Desde 2019 hasta ahora, he experimentado mucho de Dios en mi vida. Empecé a hacer espacio para el Señor. Soy firme en la iglesia y estoy firme en Dios”, dice Romário.
“Hoy soy un hombre 100% libre, hoy vivo para Dios, todo lo que hago es por él. Y gracias a Dios estoy aquí, firme y fuerte ”