Jesús dio a los apóstoles el poder de exorcizar espíritus impuros, hoy en manos de los obispos y delegado a sacerdotes investidos de este ministerio por autorización episcopal. En este línea, el exorcismo en sentido estricto es algo propio del sacerdocio.
Sin embargo, según el sacerdote, existe entre los laicos -especialmente en algunas mujeres- un carisma especial para expulsar demonios. Este es su testimonio.
¿Mujeres exorcistas que expulsan demonios? El sorprendente testimonio de un sacerdote
“Estábamos en medio de un exorcismo particularmente difícil. Parecía que no estábamos llegando a ninguna parte y los demonios estaban profundamente atrincherados. Ya teníamos dos, a veces tres sacerdotes, trabajando en ello. Necesitábamos más ayuda”, cuenta el sacerdote.
“Entonces, llamé a una mujer especialmente dotada. Solo la llamé cuando realmente necesitábamos ayuda, ya que esas sesiones eran muy dolorosas espiritualmente para ella. Cuando apareció, los demonios estaban enfurecidos y, creo, aterrorizados. La amenazaban, atormentaban y atacaban constantemente. Mientras tanto, los propios demonios gritaban y torturaban a un nivel que no habíamos logrado sin ella. Algunos partieron esa misma sesión“.
Mujeres exorcistas en la historia
Monseñor Rossetti cuenta que “hay una larga historia de mujeres especialmente dotadas con el carisma de expulsar demonios. Por ejemplo, el abad de Brauweiler le pidió a santa Hildegarda de Bingen, doctora de la iglesia, que exorcizara a una mujer noble de Colonia que había estado poseída durante siete años. Los sacerdotes no habían tenido éxito y los demonios afirmaron que solo la santa podía expulsarlos personalmente… lo cual hizo”.
Otra de las mujeres exorcistas reconocidas en las historia era Santa Catalina de Siena. Según el exorcista, ella “también era famosa por su papel de exorcista. Detestaba hacer exorcismos diciendo: ‘¡Ay! Todos los días me atormentan los espíritus malignos: ¿crees que quiero los de alguien más?’ El mismo Satanás la llamó: ‘El mayor enemigo que tengo en todo el mundo’. Se decía que si los sacerdotes no podían exorcizar a los demonios, llevarían a los poseídos a Santa Catalina, quien lo hacía“.
“Por supuesto, la exorcista por excelencia es la Santísima Virgen María. Como he dicho en otra parte, cuando ella aparece, los demonios no pueden salir de la habitación lo suficientemente rápido”, agrega.
Ministerio y carisma
El sacerdote nos explica que “la Iglesia nombra a los sacerdotes como exorcistas. A menudo son hombres mayores y están específicamente capacitados para este ministerio. Pero la Iglesia ha reconocido desde hace mucho tiempo un carisma para expulsar demonios entre los laicos, incluidas algunas mujeres bendecidas y dotadas. Cuando los exorcistas necesitan ayuda, es precisamente una mujer a la que llamamos. Tuvimos la suerte de tener una”, concluye.