En una época tan individualista como hoy decir que dos personas que se aman llegan a ser solo una por el mismo amor que se tienen podría sonar pretencioso.
Sin embargo dos que se aman realmente claro que pueden llegar a ser sólo uno, pero tan solo con Dios de por medio.
Y se llega solo con la conciencia de que es Él mismo que lo ha preestablecido, cuando ante su altar en una única voz se juntaron dos sí.
Por eso si eres recién casado o quieres un matrimonio donde reine la paz, la concordia y sobre todo el amor, ayúdate o mejor dicho ayúdense con esta oración escrita por san Juan Crisóstomo:
Gracias Señor, porque has donado el amor
capaz de cambiar la sustancia de las cosas.
Cuando un hombre y una mujer
llegan a ser uno en el matrimonio
ya no son criaturas terrestres
sino la imagen misma de Dios.
Así unidos no tienen miedo a nada.
Con la concordia, el amor y la paz
el hombre y la mujer son patrones
de todas las bellezas del mundo.
Pueden vivir tranquilos,
protegidos por el bien que se tienen
según Dios lo ha preestablecido.
Gracias, Señor, por el amor que nos ha regalado.