Don Bosco solía mencionar el bien que un buen libro de crecimiento espiritual le hace a nuestras almas. Y tiene toda la razón. Necesitamos leer buenos libros, para perseverar en la fe.
Este año, me concentré en la Santa Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica, libros que todo católico debe leer para fortalecer su fe, conocer las promesas de Dios y escuchar lo que Él desea de nosotros; para que puedas vivir con un propósito.
Hoy deseo añadir otro libro, una obra extraordinaria, que necesitas tener contigo.
Cambiará tu vida, créeme. Está disponible en todas las librerías católicas, incluso lo puedes bajar por Internet. Me refiero al “Diario de Santa Faustina Kowalska – La Divina Misericordia en mi alma”.
La secretaria de Jesús
Santa María Faustina, una monja polaca, empezó a recibir a partir de 1931 mensajes de Jesús para la humanidad, sobre su Divina Misericordia.
En su primera confesión, el padre Miguel Sopoćko, su confesor, quedó impresionado con sus palabras.
Al tiempo, cuando Santa Faustina ganó su confianza, le pidió que escribiera todas sus vivencias espirituales.
Gracias a la petición, Faustina las volcó en un diario y así conocimos la maravillosa Devoción a la Misericordia Divina.
Es una obra que te va a deslumbrar, por su belleza, por el amor de Jesús que se desborda con toda su Misericordia por una humanidad pecadora.
Vas a conocer las promesas y gracias espirituales que Jesús concede a los que rezan su coronilla y devotos de la Divina Misericordia.
Este libro va a ser tu mejor compañía. Lees las palabras de Jesús como si dialogara contigo, te habla a ti directamente y te pide que seas santo y acudas a su Misericordia confiado.
El Diario
«¡Cuánto deseo la salvación de las almas! Mi querida secretaria, escribe que deseo volcar mi Vida Divina en las almas humanas y santificarlas, con tal de que quieran recibir mi Gracia. Los más grandes pecadores podrían alcanzar una gran santidad si solamente tuvieran confianza en mi Misericordia. Mis entrañas están colmadas de Misericordia, que es derramada sobre todo lo que he creado.
«Aun si un alma estuviese en descomposición como un cadáver y humanamente sin ninguna posibilidad de resurrección y todo estuviera perdido, no sería así para Dios: un milagro de la Divina Misericordia resucitaría esta alma en toda su plenitud. ¡Infelices los que no aprovechan de este milagro de la Misericordia Divina! ¡Lo invocarán en vano, cuando sea demasiado tarde!».
«…aquellos que proclamarán mi gran Misericordia. Yo mismo los defenderé en la hora de la muerte, como mi Gloria, aunque los pecados de las almas fuesen negros como la noche, cuando un pecador se dirige a mi Misericordia, me rinde la gloria más grande y es un honor para mi pasión. Cuando un alma exalta mi Bondad, entonces Satanás tiembla y huye a lo más profundo del infierno»
«Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá Mi misericordia e el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque su misericordia anticiparía Mi juicio»
¡Dios te bendiga!