Hace ocho años, un suicida que saltó del séptimo piso de un edificio se cayó sobre ella justo cuando pasaba por allí. Beata Jałocha tenía trabajo y se estaba desarrollando profesionalmente. Se encontró en el momento y el lugar equivocados. La mujer todavía usa silla de ruedas. Sin embargo, no le falta fe, esperanza y pasión. A partir de su historia, se creó el musical «Niebo»[“Cielo”] escenificado por el Teatro Musical ROMA.
¿Vuelve usted a veces a los recuerdos del día del accidente?
Beata Jałocha: La verdad es que nunca había vuelto a los recuerdos de aquellos momentos. Esto estaba relacionado con la gran conciencia que tengo de lo que sucedió: soy fisioterapeuta. Tan pronto como escuché el diagnóstico, junto con el personal médico del hospital, tomamos medidas para encontrar la mejor solución. Quería concentrarme en aquellas cosas que podrían construir mi futuro. No quería vivir en el pasado y analizar lo que había sucedido.
¿Esta conciencia del trauma, el conocimiento profesional, fue útil o más bien perturbador?
Por un lado, este conocimiento me agobiaba pero, por otro lado, también me dio una herramienta para tomar las acciones más rápidas posibles que pudieran darme una oportunidad. Ser consciente de la situación en la que me encontraba me permitió elaborar un plan adecuado. Nadie quiere experimentar una tragedia frente a otras personas, pero me vi obligada a hacerlo. No recibí ninguna compensación económica que me permitiera pagar los costes de la rehabilitación o comprar un coche adaptado a mi discapacidad. Sin embargo, descubrí que, a pesar de la lesión, quería tener una vida normal, aunque implicara un gran esfuerzo.
Beata Jałocha: valoro la vida
¿Qué es lo más difícil cuando una persona tiene que cambiar toda su vida como resultado de un solo evento impredecible? ¿Le resultó difícil reevaluarla?
En cuanto a los valores, no han cambiado. Regresé a Cracovia, mi ciudad natal. Después del accidente, no quería renunciar a mi vida, pero quería luchar por el futuro. No he cambiado como ser humano. Siempre he apreciado la vida. Trabajé profesionalmente con pacientes, me enteraba de sus tragedias prácticamente todos los días. Sabía lo que era un cuerpo sano y lo difícil que era, después de un derrame cerebral o accidente, recuperar toda la fuerza. Después de mis propias experiencias, tengo un profundo conocimiento del camino que debe recorrer el paciente. Hasta ahora, me parecía que me tocaba experimentar esas dificultades de alguna manera, pero solo después de encontrarme en una situación similar me proporcionó una mayor conciencia (del problema).
¿Apreció usted más la vida?
Cuando estaba en el hospital, luchaba conmigo misma todos los días, con mis propias debilidades. Me di razones para intentarlo de nuevo. Me convencí de que tenía que seguir adelante porque no tenía nada a lo que volver. El mayor problema fue el dolor que me acompañaba, no solo entonces, sino también ahora. Más de una vez me quitó la fuerza y la determinación, pero no me hizo subestimar mi vida.
Gracias a la fe, una persona puede hacer más
¿Le ha ayudado su fe?
La fe y la esperanza me ayudaron mucho a cambiar mi forma de pensar. Gracias a esto, tuve la confianza de que encontraría la manera de reorganizar mi vida. Cuando crees que el camino que estás recorriendo te es dado porque Dios tiene un plan para ti, encuentras la fuerza para el día siguiente. En situaciones en las que se está realmente mal, las palabras de consuelo no son suficientes: «todo irá bien», «todo saldrá bien de alguna manera». Es importante creer que no necesariamente se debe depender tanto de los demás, sino construir la creencia de que podré manejarlas.
Desde el momento en que supe que había sufrido tal lesión, estaba convencida de que trataría de vivir una vida normal. Por supuesto, la independencia tiene su precio: mi cuerpo es más débil, mi fuerza disminuye mucho más rápido. Gracias a la fe, la persona puede hacer mucho más. Cuando conozco a personas que luchan con problemas, puedo darles algunas soluciones. En general, tengo mucha fe en las personas, pero también en proyectos que pueden resultar en algo bueno.
Buscar lo que da energía, no lo que la quita
No sabía usted cómo sería su vida en el futuro … Y, sin embargo, no se rindió. ¿Cómo es su vida diaria y qué le da sentido?
Desde el principio, me concentré en las cosas que se podían cambiar. Mi cuerpo requiere rehabilitación constante, la lesión es crónica. Hay un dolor asociado con el que vivo todos los días. Hace unos meses me implantaron un simulador especial, gracias al cual este dolor es un poco menor. Durante ocho años no pude dormir por la noche, me despertaba varias veces. Mi calidad de vida ha disminuido significativamente después del accidente. Me di cuenta de que tenía que realizar ciertas actividades lo más rápido posible, porque luego se me acabarían las fuerzas y mi mente no sería capaz de soportar el dolor.
Por eso trato de ser precisa y eficaz en todo lo que he emprendido y hago. Me gusta trabajar en modo tarea. Reflexiono sobre lo que me edifica, y no vuelvo a algo que me quita fuerzas. Si tuviera que pensar en lo que pasó, analizar el accidente sin cesar, me sentiría peor y, para ser honesta, no me llevaría a nada bueno en mi vida.
En muchas de mis declaraciones, también hablé esporádicamente sobre el dolor; hablar de él me hizo perder la energía. Me importa más que algo bueno salga de mi historia. Me encanta planificar, encontrar pasiones que me hagan feliz y sonriente. Por eso decidí volar en planeador. La energía también es importante allí. En la vida tienes que buscar lo que te da energía, no lo que te la quita.
¿Cómo aprender a pensar tan positivamente?
Si algo te quita fuerzas y te resulta desagradable, intentas eliminar todo lo que te causa dolor.
Se debe recordar que la vida no es fácil por naturaleza, y después de tal accidente, especialmente. Por eso no puedo permitirme hablar del día del accidente con demasiada frecuencia. No tiene sentido buscar respuestas a las preguntas «¿por qué se cayó este hombre?», «¿Por qué lo hizo?» La pregunta de por qué sucedió algo puede mostrar la dirección de construir algo nuevo y evitar quedarse estancado en la escena del accidente.
La vida es un regalo
«Aprendamos a apreciar las pequeñas cosas, incluso las más pequeñas, vivir sin expectativas y tomar la vida como es», estas son sus palabras. ¿Considera la vida como un regalo?
Fue una frase que dije justo después del accidente. Claro, es bonito tener expectativas de vida, pero depende de nosotros/as cómo creceremos. En retrospectiva, puedo decir que vale la pena apreciar cada pequeño detalle, establecer metas y alcanzarlas. La vida es un regalo. Las experiencias hacen que ésta cambie y aparecen nuevas oportunidades.
Usted está iniciando nuevas actividades. ¿Cómo no perder, a pesar de la discapacidad, este apetito por afrontar nuevos retos?
Me pregunto más bien acerca de cómo es posible la vida cotidiana cuando se carece de ese apetito. Realmente todo depende de nosotros/as mismos/as. Es bueno tener un plan para uno/a mismo/a. Estar atento/a a lo que sucede a mi alrededor y cuáles son mis opciones. Este fue el caso de los vuelos en planeador. Antes de eso, no estaba interesada en la aviación. Una vez terminada una de las conferencias, una persona de la fundación se me acercó y me preguntó si me gustaría participar en un determinado proyecto. Cuando una persona se abre a nuevas posibilidades, la vida se vuelve colorida. Soy una persona a la que le gusta asumir retos. Tal vez sea cuestión de acercarse a la vida y a las personas, y curiosidad por lo que depara el futuro.
Buenos frutos de un trágico accidente
Practica usted deportes extremos, voló un globo, ahora está en un curso de vuelo en planeador … ¿Qué le da todo esto?
Durante el vuelo, siento mi discapacidad: mi cuerpo se debilita más rápido y no puedo permanecer en el aire por mucho tiempo. Pero mi mente descansa. Planear con el viento es muy absorbente, las decisiones deben tomarse rápidamente. Requiere concentración y cuidado de la condición mental. Pero, aun así, mi mente descansa entonces. Dejo atrás los problemas de la vida cotidiana, mi silla de ruedas, no me importa si camino o no. El planeador está adaptado a mi discapacidad y puedo sentirme cómoda allí. Después de una hora de vuelo, bajo del planeador con una sonrisa en el rostro.
«Sería bueno que mi accidente se convirtiera en algo valioso …». Esas son sus palabras también. ¿Se han hecho realidad?
Hubo muchas situaciones en las que alguien, después de publicar mi historia o contactarme o hablar conmigo, veía su vida de manera diferente y la reevaluaba. Recientemente, un gran revuelo ha sido causado por la actuación «Niebo» [“Cielo”] en el Teatro Musical Roma. La narración de la historia de mi vida cayó en manos de los niños que lo hicieron de una manera hermosa.
Musical «Niebo” [«Cielo»]
¿Qué le pareció la idea de crear este musical?
Me hizo muy feliz. Es una historia contada con sinceridad y que toca con profundidad los asuntos de la vida. Si veo que algo puede dar buenos frutos, me involucro en este tipo de proyectos. Así también fue esta vez.
En muchas fotos se la ve acompañada de su ahijada. ¿Sueña con formar su propia familia?
Siempre he querido no perderme nada en la vida. Si conozco a la persona adecuada, ¡por supuesto que lo haré! Aunque, sería apropiado enamorarse antes (risas).
¿Tiene usted otros sueños?
Me gustaría vivir sin dolor y entre personas amables y que miran en la misma dirección.