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Teresita, la pequeña misionera

Teresita, la pequeña misionera

“Ser misionera para llevar a la gente al cielo, y quiero llevar a los niños con Jesús y que vayan al cielo y sean felices para siempre, siempre”. Estas son las palabras que pronunciaba desde la cama del hospital la pequeña Teresita Castillo pocas semanas antes de morir en Madrid con tan sólo 10 años.

Su historia dio la vuelta al mundo haciéndose viral y las imágenes en las que pronunciaba este deseo tan profundo de amor a Dios han quedado reflejadas en el documental Teresita, la niña misionera que ha producido la Fundación EUK Mamie y HM Televisión, y que se puede ver gratuitamente ya en su canal de Youtube.

Para ella ser misionera era sufrir para que las almas conocieran a Jesús.Pero, guiada interiormente por Jesús y sostenida por la profunda fe de sus padres, ofreció sus sufrimientos por los sacerdotes y “para que muchos niños conozcan a Jesús y vayan al Cielo felices para siempre, siempre”.

Antes de morir fue nombrada oficialmente misionera por la Archidiócesis de Madrid. Y en otras de las imágenes del documental se la puede ver respondiendo ya en un estado débil qué era para ella ser misionera. “Hablar de Jesús siempre y dar alegría. Y estos días que estoy malita los he ofrecido por gente, por ejemplo por alguien que está malito o por los sacerdotes”, afirmaba una pequeña de sólo diez años pero con una profundidad adulta digna de un cristiano adulto.

Teresita Castillo con su diploma de misionera

Con este documental  se pretende ofrecer la oportunidad de conocer mejor la vida de Teresita y su sincero amor a Jesús, que la hacía exclamar: “Estoy enamorada de Jesús” y que sostuvo día a día su ofrecimiento, como una pequeña víctima que escondía sus sufrimientos detrás de su sonrisa y su alegría:

En esta producción de algo menos de una hora de duración hablan de la fe y la vida de Teresita sus padres, Eduardo Castillo y Teresa Diego, su abuela Teresa González, su tía Marta de Diego, además de su mejor amiga y algunos de sus primos.

Teresita era adoptada. Sus padres casados en 2002 no tenía niños y habían pasado ya varios años sin lograr tener hijos. Fue en un viaje a Medjugorje, tras una imposición de manos y una efusión del Espíritu Santo, cuando vieron confirmada la llamada para adoptar. Y el regalo que recibirían tiempo después sería Teresita.

En noviembre de 2015, con tan sólo cinco años y medio, le descubren un tumor en la cabeza. Comenzaron para ella cinco años de pruebas, biopsias, intervenciones quirúrgicas, quimioterapia,  tratamiento de protones, todo esto llevado con alegría, y las once operaciones de su cabeza en sus últimas seis semanas de vida. En diciembre de 2021 empeoró. Fue ingresada en el hospital en enero. No saldría de él más que para ir al cielo con Jesús, como había soñado.

Precisamente ser misionera era el gran sueño de esta niña fallecida en Madrid y así se lo pidió al vicario episcopal de Madrid, Ángel Camino, cuando el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, acudió a visitarla al hospital de La Paz.

Este sacerdote quedó impresionado y sin palabras ante la enorme fe de una niña gravemente enferma. Su testimonio de amor a Jesús en mitad del sufrimiento es un ejemplo para todos, no sólo para los niños, pues muestra cómo debe ser el camino al Cielo, pues como dice el Evangelio “si no sois como niños no entrareis en el Reino de los Cielos».

Este es un pequeño relato que el padre Ángel Camino envió al resto de sacerdotes de su vicaría tras su encuentro con Teresita:

“Ahora os entrecomillo las expresiones de Teresita; me dice: ‘¿me traes a Jesús verdad?’, sí, le respondo, te traigo a Jesús y la fuerza del Espíritu Santo con la Unción. A continuación me dice: ‘¿Sabes una cosa? Yo quiero mucho a Jesús’. Lo oye su madre y dirigiéndose a su hija le dice: ‘dile a Ángel lo que tú quieres ser’. Mira fijamente a su madre y le dice: ‘¿Se lo digo de verdad?’ y la mamá dice: ‘tú verás’. Teresita me dice: ‘yo quiero ser misionera’.

»Me impacta tanto su respuesta, totalmente inesperada para mí, que cogiendo fuerzas de dónde no tenía, por la emoción que me produjo su respuesta, que le digo: ‘Teresita, yo te constituyo ahora mismo misionera de la Iglesia, y esta tarde te traeré el documento que lo acredita y la cruz de la misionera’. Ella añade: ‘P. Ángel ¿sabes una cosa?: yo rezo para que muchos niños conozcan a Jesús’. A continuación le he administrado el Sacramento de la Unción, le he dado la comunión y la bendición apostólica del Papa Francisco. Ha sido un momento de oración, sumamente sencillo pero profundamente sobrenatural. Se han unido a nosotros algunas enfermeras que espontáneamente nos hicieron unas fotos, para mí totalmente inesperadas, y que quedarán como un recuerdo imborrable. Nos hemos despedido mientras ella con su mamá se quedaba rezando y dando gracias.

»Esa mañana tenía una reunión de Arciprestazgo; en cuanto la terminé fui directamente a la Vicaría y ayudado por los secretarios Miguel y Mª Pilar, elaboramos el oficio de misionera bajo un pergamino verdaderamente precioso. Recogí la cruz de la misionera y a las cinco de la tarde regresé de nuevo al Hospital de La Paz. Me estaban esperando los capellanes y fuimos derechos a la UCI nuevamente. En cuanto me ve la mamá dice en voz alta: ‘Teresita ¡no me lo puedo creer! Viene el Sr. Vicario con el regalo para ti’. La niña que estaba medio dormida se despertó de inmediato y cogió entre sus manos el documento y la cruz. La mamá se lo lee en voz alta, mientras ella escucha atentamente y ocurre lo que nos imaginábamos, se emociona hasta que la madre la consuela, y Teresita dice en voz alta: ‘esa cruz pónmela en la barra para que la vea bien, y mañana la llevo al quirófano. Ya soy misionera’. Nos despedimos con estas palabras de Teresitas: ‘Entonces P. Ángel ¿soy misionera?’, y yo respondo ‘tú eres misionera’”.

Cada dos años la estatua de San Pedro se reviste de Papa

Cada dos años la estatua de San Pedro se reviste de Papa

Cuando visitas la Basílica de San Pedro, al avanzar por la nave central, antes de llegar al baldaquino te encuentras a la derecha una escultura de bronce negro, atribuida – según algunas teorías – a Arnolfo di Cambio a finales del siglo XIII.

Desde el Jubileo del año 1300 recibe a los peregrinos que acuden a rezar ante los restos del primer papa, el apóstol San Pedro. Es una de las pocas estatuas realizadas en bronce que se conservan de época medieval. Si te fijas bien, te sorprenderá su serena belleza. El Apóstol posee gruesos rizos tanto en el pelo como en la barba, vistiendo túnica, capa de color rojo y sandalias romanas. Con su mano izquierda sostiene las llaves mientras que la derecha el alza en gesto de bendición.

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El milagro del soldado polaco

A lo largo de los siglos la devoción de los peregrinos, que se acercaban a besarle el pie ha desdibujado las formas y desde hace unos años tan sólo se permite rezarle desde la distancia. La costumbre de saludarlo acariciándole o depositando un beso sobre un pie se institucionalizó cuando Pio IX concedió una indulgencia especial a quienes lo hicieran. Sobre la estatua un mosaico recuerda que Pio IX fue el primer Papa con un pontificado más largo que el de San Pedro.

La tradición popular asegura que en 1725 un soldado polaco con una pierna paralizada se curó milagrosamente al tocarlo. Testigo del milagro fue Prospero Lorenzo Lambertini, futuro Benedicto XIV, quien por aquel entonces era canónigo de la basílica. Para recordar el milagro mandó colocar una pintura con la narración del prodigio, que se encuentra en las Grutas Vaticanas.

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Estatua creada por el escultor florentino Arnolfo di Cambio

No todos están de acuerdo en el origen de la escultura. Una teoría considera que la estatua de San Pedro fue en realidad una estatua del dios Júpiter Capitolino, al que se adoraba en el Templo de Júpiter. Se hicieron algunos cambios para darle el aspecto del Apóstol San Pedro.

Hay también quien apunta que el Papa San León Magno mandó hacer una estatua de San Pedro con el bronce fundido de la citada estatua de Júpiter como agradecimiento al Apóstol por haberse salvado la ciudad de Roma de Atila, rey de los Hunos. La opinión mayoritaria acepta que la estatua fue creada por el escultor florentino Arnolfo di Cambio.

El 29 de junio, día grande en Roma

La escultura de San Pedro encierra un episodio misterioso. El 12 de marzo de 2003 una de las dos manos de la estatua, concretamente la que sostiene las llaves, desapareció misteriosamente. Se sospechó de un robo intencionado o bien que la estatua pudo ser dañada por un turista de forma involuntaria. La obra se restauró tan como se había encontrado siempre.

Cada 29 de junio (fiesta de San Pedro y San Pablo, patronos de Roma) se celebra una gran liturgia eucarística presidida por el Santo Padre. Para esta ocasión la estatua se reviste con ricos ornamentos, como un Papa, con la triple tiara, el anillo del pescador y un manto púrpura o rojo. Una costumbre que se repite durante la Fiesta de la Cátedra e San Pedro el 22 de febrero.

Papa Francisco: «Solo una Iglesia libre es creíble»

Papa Francisco: «Solo una Iglesia libre es creíble»

El Papa Francisco ha celebrado la fiesta de san Pedro y san Pablo con una Eucaristía en la basílica de San Pedro acompañado por numerosos arzobispos, que acudieron para recibir el palio, y por una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, además de numerosos fieles. Una ceremonia que el Pontífice aprovechó para hablar de la liberación que ofrece el amor de Jesús y que experimentaron en su propia carne los dos grandes apóstoles. «También nosotros somos liberados. Necesitamos ser liberados. Solo una Iglesia libre es una Iglesia creíble», ha añadido durante la homilía.

En este sentido, ha hecho un llamamiento a los cristianos a liberarse, como Pedro, «de la sensación de derrota ante nuestra pesca, a veces infructuosa», y del miedo «que nos inmoviliza y nos hace temerosos». También a ser, como Pablo, libres «de las hipocresías», «de la tentación de imponernos con la fuerza del mundo en lugar de hacerlo con la debilidad que da cabida a Dios», libres «de una observancia religiosa que nos vuelve rígidos», de «vínculos ambiguos con el poder» y «del miedo a ser incomprendidos y atacados».

En definitiva, lo que pide el Papa es una Iglesia «confiada en sus manos, pero conducida por el Señor; una Iglesia débil, pero fuerte por la presencia de Dios». «Una Iglesia liberada puede ofrecer al mundo la liberación que no puede darse a sí mismo», ha subrayado el Pontífice. Liberación, ha continuado, del pecado, la muerte, la resignación, la injusticia o la pérdida de esperanza.

«Preguntémonos en esta celebración cuánta necesidad de liberación tienen nuestras ciudades, nuestras sociedades, nuestro mundo. Cuántas cadenas hay que romper y cuántas puertas con barrotes hay que abrir. Podemos ser colaboradores de esta misión si antes nos dejamos liberar por la novedad de Jesús», ha afirmado.

El ejemplo de dos grandes apóstoles

Antes de realizar esta reflexión, Francisco se ha fijado en los dos grandes apóstoles que se celebran este día, san Pedro y san Pablo, y cómo ellos también recibieron la libertad de Jesús. «Lo llamó para que confirmara a sus hermanos en la fe, le dio las llaves para abrir las puertas que conducen al encuentro con el Señor y el poder de atar y desatar. Fue posible porque fue el primero en ser liberado», ha dicho sobre san Pedro.

En el caso de Pablo, el Papa ha señalado que Jesús lo hizo salir de su propio ego, del celo religioso rígido y de la violencia para comprender que «Dios eligió lo débil del mundo para confundir a los fuertes», que «todo lo podemos en Aquel que nos hace fuertes» y que «nada nos puede separar de su amor».

Ángelus y aniversario sacerdotal de Benedicto XVI

Tras la Eucaristía, Francisco ha insistido en el rezo del ángelus en la necesidad de ser testigos frente a las ideas, las opiniones y las palabras bonitas. «Los testigos –ha afirmado– no se pierden en las palabras, pero dan frutos. Los testigos no se quejan de los demás y del mundo, sino que comienzan por ellos mismos. Nos recuerdan que Dios no debe demostrarse, sino mostrarse con el testimonio de uno; no anunciada con proclamas, sino testimoniada por el ejemplo. A esto se le llama arriesgar la vida».

En este sentido, ha lamentado las veces que «decimos que nos gustaría una Iglesia más fiel al Evangelio, más cercana al pueblo, más profética y misionera, pero luego, en la práctica, no hacemos nada!». Y ha agregado: «Es triste ver que muchos hablan, comentan y debaten, pero pocos dan testimonio».

Para terminar, ha recordado que se cumplen 70 años desde que el Papa emérito Benedicto XVI fue ordenado sacerdote. Y le ha dedicado unas cariñosas palabras: «Es el contemplativo del Vaticano, que reza por la Iglesia. Gracias por tu testimonio, por tu mirada siempre apuntando hacia el horizonte de Dios».

10 Familias católicas perdieron la vida en el derrumbe del edificio en Miami

10 Familias católicas perdieron la vida en el derrumbe del edificio en Miami

Las familias asisten a la iglesia católica St. Joseph , el lugar de culto más cercano al edificio. 109 parroquias de la Arquidiócesis de Miami se unieron en oración por las víctimas del colapso. 

Al momento de escribir este artículo, 11 personas murieron y 151 personas están desaparecidas como resultado del colapso. Los esfuerzos de búsqueda y rescate aún continúan.

El párroco de San José, Juan Sosa, leyó los nombres de varios feligreses desaparecidos durante la homilía de la misa dominical. Dejó un libro de recuerdos para que las personas escriban los nombres de las víctimas para que los feligreses puedan orar por ellas.

Una víctima desaparecida incluye a una niña de 11 años que recibió su primera comunión en la iglesia. Su padre, su madre y su hermana de cuatro años también están desaparecidos.

“He visitado el lugar muchas veces y he ido a cenar con algunos de los miembros que faltan”, le dijo el padre Sosa a la Arquidiócesis de Miami.

“Fue horrible porque no sabía exactamente en qué parte del edificio vivían muchas de esas familias, pero aparentemente las 10 familias estaban en esa parte del edificio que se derrumbó, y algunas de las que están bien vivían en el edificio de pie . ”

Dos familias católicas sobrevivieron al colapso, incluido el monaguillo Michael López, que escapó.

“Escuchamos ruidos. Pensamos que eran truenos y relámpagos y dado que eso es común aquí, simplemente no pensamos en eso ”, dijo López a Local 10 News de Florida .

“Pero luego, un segundo trueno y un relámpago movieron todo el apartamento, y luego nos dimos cuenta, sí, esto no es una tormenta. Esto es algo más serio”.

El Papa Francisco también ofreció oraciones por todos los involucrados en esta tragedia:

“El Santo Padre me ha pedido que exprese su profunda tristeza por la dolorosa pérdida de vidas como resultado del colapso del condominio en Surfside”, envió el Papa Francisco en un mensaje a través del enviado papal al Abp de Miami. Thomas Wenski.

“Ofrece sinceras oraciones para que Dios Todopoderoso conceda paz eterna a los que han muerto, consuelo a los que lloran su pérdida y fortaleza a todos los afectados por esta inmensa tragedia.

“Con gratitud por los incansables esfuerzos de los rescatistas y de todos los que se dedicaron al cuidado de los heridos, las familias en duelo y los que quedaron sin hogar. El Papa Francisco invoca sobre toda la comunidad los dones espirituales del consuelo, la fortaleza y la perseverancia en todo bien ”.