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Cada dos años la estatua de San Pedro se reviste de Papa

Cada dos años la estatua de San Pedro se reviste de Papa

Cuando visitas la Basílica de San Pedro, al avanzar por la nave central, antes de llegar al baldaquino te encuentras a la derecha una escultura de bronce negro, atribuida – según algunas teorías – a Arnolfo di Cambio a finales del siglo XIII.

Desde el Jubileo del año 1300 recibe a los peregrinos que acuden a rezar ante los restos del primer papa, el apóstol San Pedro. Es una de las pocas estatuas realizadas en bronce que se conservan de época medieval. Si te fijas bien, te sorprenderá su serena belleza. El Apóstol posee gruesos rizos tanto en el pelo como en la barba, vistiendo túnica, capa de color rojo y sandalias romanas. Con su mano izquierda sostiene las llaves mientras que la derecha el alza en gesto de bendición.

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El milagro del soldado polaco

A lo largo de los siglos la devoción de los peregrinos, que se acercaban a besarle el pie ha desdibujado las formas y desde hace unos años tan sólo se permite rezarle desde la distancia. La costumbre de saludarlo acariciándole o depositando un beso sobre un pie se institucionalizó cuando Pio IX concedió una indulgencia especial a quienes lo hicieran. Sobre la estatua un mosaico recuerda que Pio IX fue el primer Papa con un pontificado más largo que el de San Pedro.

La tradición popular asegura que en 1725 un soldado polaco con una pierna paralizada se curó milagrosamente al tocarlo. Testigo del milagro fue Prospero Lorenzo Lambertini, futuro Benedicto XIV, quien por aquel entonces era canónigo de la basílica. Para recordar el milagro mandó colocar una pintura con la narración del prodigio, que se encuentra en las Grutas Vaticanas.

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Estatua creada por el escultor florentino Arnolfo di Cambio

No todos están de acuerdo en el origen de la escultura. Una teoría considera que la estatua de San Pedro fue en realidad una estatua del dios Júpiter Capitolino, al que se adoraba en el Templo de Júpiter. Se hicieron algunos cambios para darle el aspecto del Apóstol San Pedro.

Hay también quien apunta que el Papa San León Magno mandó hacer una estatua de San Pedro con el bronce fundido de la citada estatua de Júpiter como agradecimiento al Apóstol por haberse salvado la ciudad de Roma de Atila, rey de los Hunos. La opinión mayoritaria acepta que la estatua fue creada por el escultor florentino Arnolfo di Cambio.

El 29 de junio, día grande en Roma

La escultura de San Pedro encierra un episodio misterioso. El 12 de marzo de 2003 una de las dos manos de la estatua, concretamente la que sostiene las llaves, desapareció misteriosamente. Se sospechó de un robo intencionado o bien que la estatua pudo ser dañada por un turista de forma involuntaria. La obra se restauró tan como se había encontrado siempre.

Cada 29 de junio (fiesta de San Pedro y San Pablo, patronos de Roma) se celebra una gran liturgia eucarística presidida por el Santo Padre. Para esta ocasión la estatua se reviste con ricos ornamentos, como un Papa, con la triple tiara, el anillo del pescador y un manto púrpura o rojo. Una costumbre que se repite durante la Fiesta de la Cátedra e San Pedro el 22 de febrero.

Papa Francisco: «Solo una Iglesia libre es creíble»

Papa Francisco: «Solo una Iglesia libre es creíble»

El Papa Francisco ha celebrado la fiesta de san Pedro y san Pablo con una Eucaristía en la basílica de San Pedro acompañado por numerosos arzobispos, que acudieron para recibir el palio, y por una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, además de numerosos fieles. Una ceremonia que el Pontífice aprovechó para hablar de la liberación que ofrece el amor de Jesús y que experimentaron en su propia carne los dos grandes apóstoles. «También nosotros somos liberados. Necesitamos ser liberados. Solo una Iglesia libre es una Iglesia creíble», ha añadido durante la homilía.

En este sentido, ha hecho un llamamiento a los cristianos a liberarse, como Pedro, «de la sensación de derrota ante nuestra pesca, a veces infructuosa», y del miedo «que nos inmoviliza y nos hace temerosos». También a ser, como Pablo, libres «de las hipocresías», «de la tentación de imponernos con la fuerza del mundo en lugar de hacerlo con la debilidad que da cabida a Dios», libres «de una observancia religiosa que nos vuelve rígidos», de «vínculos ambiguos con el poder» y «del miedo a ser incomprendidos y atacados».

En definitiva, lo que pide el Papa es una Iglesia «confiada en sus manos, pero conducida por el Señor; una Iglesia débil, pero fuerte por la presencia de Dios». «Una Iglesia liberada puede ofrecer al mundo la liberación que no puede darse a sí mismo», ha subrayado el Pontífice. Liberación, ha continuado, del pecado, la muerte, la resignación, la injusticia o la pérdida de esperanza.

«Preguntémonos en esta celebración cuánta necesidad de liberación tienen nuestras ciudades, nuestras sociedades, nuestro mundo. Cuántas cadenas hay que romper y cuántas puertas con barrotes hay que abrir. Podemos ser colaboradores de esta misión si antes nos dejamos liberar por la novedad de Jesús», ha afirmado.

El ejemplo de dos grandes apóstoles

Antes de realizar esta reflexión, Francisco se ha fijado en los dos grandes apóstoles que se celebran este día, san Pedro y san Pablo, y cómo ellos también recibieron la libertad de Jesús. «Lo llamó para que confirmara a sus hermanos en la fe, le dio las llaves para abrir las puertas que conducen al encuentro con el Señor y el poder de atar y desatar. Fue posible porque fue el primero en ser liberado», ha dicho sobre san Pedro.

En el caso de Pablo, el Papa ha señalado que Jesús lo hizo salir de su propio ego, del celo religioso rígido y de la violencia para comprender que «Dios eligió lo débil del mundo para confundir a los fuertes», que «todo lo podemos en Aquel que nos hace fuertes» y que «nada nos puede separar de su amor».

Ángelus y aniversario sacerdotal de Benedicto XVI

Tras la Eucaristía, Francisco ha insistido en el rezo del ángelus en la necesidad de ser testigos frente a las ideas, las opiniones y las palabras bonitas. «Los testigos –ha afirmado– no se pierden en las palabras, pero dan frutos. Los testigos no se quejan de los demás y del mundo, sino que comienzan por ellos mismos. Nos recuerdan que Dios no debe demostrarse, sino mostrarse con el testimonio de uno; no anunciada con proclamas, sino testimoniada por el ejemplo. A esto se le llama arriesgar la vida».

En este sentido, ha lamentado las veces que «decimos que nos gustaría una Iglesia más fiel al Evangelio, más cercana al pueblo, más profética y misionera, pero luego, en la práctica, no hacemos nada!». Y ha agregado: «Es triste ver que muchos hablan, comentan y debaten, pero pocos dan testimonio».

Para terminar, ha recordado que se cumplen 70 años desde que el Papa emérito Benedicto XVI fue ordenado sacerdote. Y le ha dedicado unas cariñosas palabras: «Es el contemplativo del Vaticano, que reza por la Iglesia. Gracias por tu testimonio, por tu mirada siempre apuntando hacia el horizonte de Dios».

10 Familias católicas perdieron la vida en el derrumbe del edificio en Miami

10 Familias católicas perdieron la vida en el derrumbe del edificio en Miami

Las familias asisten a la iglesia católica St. Joseph , el lugar de culto más cercano al edificio. 109 parroquias de la Arquidiócesis de Miami se unieron en oración por las víctimas del colapso. 

Al momento de escribir este artículo, 11 personas murieron y 151 personas están desaparecidas como resultado del colapso. Los esfuerzos de búsqueda y rescate aún continúan.

El párroco de San José, Juan Sosa, leyó los nombres de varios feligreses desaparecidos durante la homilía de la misa dominical. Dejó un libro de recuerdos para que las personas escriban los nombres de las víctimas para que los feligreses puedan orar por ellas.

Una víctima desaparecida incluye a una niña de 11 años que recibió su primera comunión en la iglesia. Su padre, su madre y su hermana de cuatro años también están desaparecidos.

“He visitado el lugar muchas veces y he ido a cenar con algunos de los miembros que faltan”, le dijo el padre Sosa a la Arquidiócesis de Miami.

“Fue horrible porque no sabía exactamente en qué parte del edificio vivían muchas de esas familias, pero aparentemente las 10 familias estaban en esa parte del edificio que se derrumbó, y algunas de las que están bien vivían en el edificio de pie . ”

Dos familias católicas sobrevivieron al colapso, incluido el monaguillo Michael López, que escapó.

“Escuchamos ruidos. Pensamos que eran truenos y relámpagos y dado que eso es común aquí, simplemente no pensamos en eso ”, dijo López a Local 10 News de Florida .

“Pero luego, un segundo trueno y un relámpago movieron todo el apartamento, y luego nos dimos cuenta, sí, esto no es una tormenta. Esto es algo más serio”.

El Papa Francisco también ofreció oraciones por todos los involucrados en esta tragedia:

“El Santo Padre me ha pedido que exprese su profunda tristeza por la dolorosa pérdida de vidas como resultado del colapso del condominio en Surfside”, envió el Papa Francisco en un mensaje a través del enviado papal al Abp de Miami. Thomas Wenski.

“Ofrece sinceras oraciones para que Dios Todopoderoso conceda paz eterna a los que han muerto, consuelo a los que lloran su pérdida y fortaleza a todos los afectados por esta inmensa tragedia.

“Con gratitud por los incansables esfuerzos de los rescatistas y de todos los que se dedicaron al cuidado de los heridos, las familias en duelo y los que quedaron sin hogar. El Papa Francisco invoca sobre toda la comunidad los dones espirituales del consuelo, la fortaleza y la perseverancia en todo bien ”.

Transexual alerta: «No hay final feliz, es un camino que no tiene fin»

Transexual alerta: «No hay final feliz, es un camino que no tiene fin»

Este martes el Consejo de Ministros en Epaña, tal y como anuncio Pedro Sánchez, debatirá y aprobará el texto de la ley trans. Un proyecto que recogerá casi la totalidad del texto del Ministerio de Irene Montero y que hace apenas un mes fue tumbado en el Congreso gracias en parte a la abstención del PSOE.

Pese a la oposición de una buena parte del feminismo, la futura ley recoge la “autodeterminación” de género y sólo será necesario ir al Registro sin necesidad de ningún informe médico ni psicológico para cambiar de sexo. Además, favorecerá la hormonación, los bloqueadores y las intervenciones quirúrgicas.

Sin embargo, pese a la presión que existe en el interior del entorno LGTB sobre el que se sale del camino marcado cada vez son más los testimonios de transexuales que se han arrepentido y que denuncian que nadie les avisara de las consecuencias de lo que iban a hacer. Les prometieron una felicidad que nunca llegó.

En un reportaje de Voz Populi ha aparecido el testimonio de uno de estos transexuales, un varón de nacimiento con tendencias homosexuales y que acabó convirtiéndose en Sandra, con distintas operaciones quirúrgicas y muchas hormonas. 18 años después pregona que estaba equivocado y muestra las enormes consecuencias físicas y psicológicas que ha sufrido al cambiar de sexo.

Actualmente tiene 35 años y vive en un pueblo cerca de Barcelona, Castellar del Vallés, y afirma que si en el pasado le atacaban por su condición homosexual primero y transexual después, ahora son algunos transexuales quienes no soportan su mensaje anti-queer y su oposición a la ley trans que va a tramitar el Gobierno.

Sandra inició hace un año el camino de regreso para volver a su sexo biológico masculino

«Yo nací como varón, soy homosexual. Desde pequeño. Lo que pasa es que siempre he parecido una niña. He tenido un estereotipo femenino. Nunca he tenido disforia hasta la adolescencia. Yo asocio mucho la transexualidad a la homofobia. Nos hacemos trans para escapar de nuestra homosexualidad», explica en la entrevista.

Hace un año comenzó el camino de vuelta aunque hay secuelas que nunca podrá borrar. «Me escriben transexuales contando lo mal que han quedado. No conocemos psiquiatras que nos ayuden a aceptar la disforia. La mayoría te empujan a transicionar. Si te quiere ayudar, pueden ser despedidos por las leyes que respaldan la transexualidad. La teoría queer está equivocada, la biología no se puede cambiar”, asegura.

Por ello, es un firme opositor a la ley trans ya que puede dejar tras de sí miles de víctimas y vidas destrozadas como la suya. En su opinión, “se han dado casos de hormonar a menores y les jodes la vida porque luego se arrepienten. Esta ley borra a la hembra biológica, invade espacios de mujeres. Que un hombre diga que se siente mujer porque sí, lo encuentro una locura».

Recordando su propia historia, a los 16 años, Sandra, como se hace llamar desde que se cambió de sexo, empezó a trabajar en el mundo de la noche y fue cuando empezó el problema de la disforia: «Odiaba mi cuerpo. Creo que la mayoría de personas pasan una adolescencia dura. Era muy velludo, muy oso, y estaba gordito. Ese canon de belleza no era el aceptado. Se metían conmigo por eso. No me gusta la ropa masculina y nunca me ha gustado, así que me ponía ropa de chica. Sentía que tenía que evolucionar. Me veía muy ambiguo y que necesitaba evolucionar».

Los efectos de las hormonas y las operaciones

Fue en ese ambiente donde conoció a muchos transexuales y empezó con el tratamiento hormonal. «A la mayoría de homosexuales nos pasa, en el mismo colectivo homosexual hay discriminación hacia los que somos muy afeminados y con pluma, hay plumofobia. A los homosexuales con muchísima pluma nos cuesta encontrar pareja con homosexuales más masculinos. Se discriminan entre ellos. Cuando te feminizas, en cambio, empiezas a ser más querida por los hombres heterosexuales». En su opinión, con “la transexualidad se medicaliza la plumofobia”.

Sobre todo su proceso de cambio de sexo advierte de los numerosos y graves efectos secundarios: «Aumento de peso increíble, ansiedad (en mi caso cronificada), depresión… A compañeras les ha dado trombosis, te pueden dar ictus, infartos… Sufría mucho de retención de líquidos, varices, pesadez e inflamación estomacal que se me ha quedado cronificada».

Peor aún es cuando los hombres que quieren ser mujeres se realizan la vaginoplastia, pues “estás encadenado a la hormonación de por vida. No tienes hormona biológica en tu cuerpo y claro, tienes que tomar estrógenos toda tu vida. Según la endocrina, si no me hormono puedo sufrir osteoporosis muy grave, degeneración muscular, ósea…».

A los 29 años le realizaron la vaginoplastia, pero denuncia que ningún cirujano le avisó de las consecuencias. «Habrá transexuales que se lo han hecho y son felices. Pero también sé de muchas personas que siguen con disforia después de muchas operaciones. No hay final feliz. El problema es mental. Es un camino que no tiene fin».

De hecho, asegura haber visto «muchas barbaridades. Una se operó cuatro veces por que se le cerraba la vagina. Por eso estás con dilatadores siempre. El cuerpo detecta un hueco y claro, lo cierra».

En su caso, tras los dos primeros años con la vaginoplastia padeció una inflamación del conducto urinario. «Me dolía que me moría cuando hacía pis. Me daban antiinflamatorios. Pero estuve así durante un año y pico, probando medicamentos para solucionarlo. Pasé mucho dolor», explica. Y finalmente tuvo que ser operado nuevamente para que le reconstruyeran la uretra.

Los obispos de Perú piden serenidad y vigilancia por la vida

Los obispos de Perú piden serenidad y vigilancia por la vida

Han pasado 20 días desde las elecciones presidenciales en Perú del 6 de junio y la situación política sigue inestable. El candidato Pedro Castillo (presentado como comunista o muy cercano al comunismo) obtuvo apenas 44.000 votos más que su rival, la derechista Keiko Fujimori. Pero la derecha ha impugnado casi 200.000 votos de zonas rurales, considerando que hubo fraude electoral.

En las calles de varias ciudades se producen manifestaciones a favor de uno u otro candidato, por el momento sin llegar a una violencia extrema.

En este contexto, la presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) ha emitido una nota pidiendo a la vez «fortalecer la democracia» y crear «puentes para la paz y la armonía en el país».

«El futuro del Perú depende de todos nosotros», continúa la nota episcopal, «por lo tanto, actuemos con serenidad, discernimiento y vigilancia para proteger la vida democrática».

Los obispos peruanos escriben: «La Iglesia cree en la democracia porque es el sistema que mejor protege y promueve los derechos y la participación de los ciudadanos». Por ello, «la Iglesia defiende el sistema democrático, alienta los esfuerzos que se realizan para perfeccionarlo» y «apoya los resultados indicados por los organismos electorales».

Con las calles llenas de manifestantes y cada peruano opinando sobre el atasco en que se encuentra el país, los obispos recuerdan «el derecho de todos los ciudadanos a expresar sus opiniones sobre la situación nacional», aunque especifican que «este derecho debe ejercerse sin recurrir a la violencia, ni física ni verbal».

Dentro de un mes, el 28 de julio, el país cumple 200 años de independencia de España. Los obispos expresan su deseo de que en esos festejos se «encuentre un Perú democrático, mantenido y defendido con tanto esfuerzo en las últimas décadas».