En un reciente artículo publicado en National Catholic Register, el P. Landry recordó que además de los santos canonizados por la Iglesia Católica, a quienes se conmemora en el Día de Todos los Santos, existen los “santos de al lado”, que como dijo el Papa Francisco, son todas las personas “que, con sencillez, responden al mal con el bien, tienen el valor de amar a los enemigos y orar por ellos”.
Hoy un padrino o madrina debe ser católico, tener al menos 16 años, no debe ser la madre o el padre del niño, debe haber recibido el Bautismo, Confesión, Confirmación y Eucaristía, y además, vivir por la fe y no estar excomulgado, ni bajo otras penas canónicas.
Se requiere un padrino o madrina “en la medida de lo posible”, de ahí la posibilidad de suspenderlos, y pueden ser dos para el Bautismo, pero deben ser de sexos diferentes. La responsabilidad de criar a los hijos en caso de que una tragedia afecte a ambos padres “nunca ha sido legalmente” rol de los padrinos, pero los padres pueden estipularlo en su testamento.
Debido a que los padrinos no reciben un título honorífico, sino un cargo eclesiástico con responsabilidades importantes, los sacerdotes tienen el deber de verificar que estén calificados. Para el P. Landry, algo muy frustrante para el ministerio de un sacerdote “es tener que lidiar con personas manifiestamente no aptas e impenitentes candidatos para el cargo”.
Explicó que suele pasar que a los que se les pide ser padrinos “no han practicado la fe en años”, algunos “nunca asisten a Misa” y “no han hecho los sacramentos de iniciación. Otros se han casado fuera de la Iglesia, conviven, participan en estilos de vida del mismo sexo o transgénero, trabajan para la industria del aborto, clínicas de fertilización in vitro o trabajan como traficantes de drogas, proxenetas, prostitutas u otro trabajo incompatible con la fe”.
Pese a ello, los candidatos acuden a los sacerdotes buscando certificados que los hagan aptos para ser padrinos. Ante ello, los presbíteros aprovechan la ocasión para invitarlos a la conversión, “regularizar sus situaciones y desarrollar los hábitos esperados de todo buen católico, para que, lo antes posible, sea digno de recibir un certificado y cumplir la labor de padrino”.
El P. Landry lamentó que muchos rechazan y “se indignan de que un sacerdote no mienta y les dé el equivalente a una carta de recomendación que acredite que la persona es un católico practicante, ejemplar y plenamente iniciado […] se sienten juzgados y considerados deficientes”. Otros buscan certificaciones falsas y ello “sólo causa mayor confusión y priva al niño de un tutor valioso en su camino de fe”.
Sin embargo, también dijo que hay muchas situaciones donde los padres buscan que los padrinos de sus hijos sean “católicos fervorosos y de buena reputación”, que piden “humildemente consejos sobre cómo cumplir bien con sus deberes”. Pensando en ellos, El P. Landry ofreció estos consejos prácticos para ser un buen padrino:
1. Recordó que lo obvio es que los padrinos vivan la fe con integridad, recen por sus ahijados todos los días y permanezcan involucrados en sus vidas.
2. Llamó a tomar una foto del Bautismo, enmarcarla y “tratar de que esté en la habitación de su ahijado, para que el niño pueda recordar más fácil el día más importante de su vida”.
3. Dijo que si tienen pensado dar un regalo anual a su ahijado, “no lo hagan en Navidad o en el cumpleaños del niño, sino en el aniversario del Bautismo, para que a medida que el niño crezca, pueda recordar y esperar esa fecha”.
4. Animó a “celebrar ese aniversario de una manera especial”. Sugirió llevar al niño a tomar un helado o una comida, ver juntos el video del Bautismo, encender la vela bautismal y rezar junto al ahijado y bendecirse con agua bendita.
5. Llamó a “acompañar al niño de cerca cuando llegue a la adolescencia y la universidad”. Explicó que en esa etapa, ellos pueden “verse tentados a rebelarse contra los padres” o seguir el camino de la mayoría, como no ir a Misa, o no vivir según la fe católica y la moral. “En una coyuntura tan crítica de la vida, una persona joven necesita esa orientación y más los jóvenes de 16 años”, dijo.
Finalmente, el P. Landry recordó que “Jesús afirma que los más grandes en su reino son aquellos que viven según sus mandamientos y enseñan a otros a hacer lo mismo” y aseguró que “los padrinos tienen la oportunidad de llegar a ser verdaderamente grandes de esta manera”.
Recemos “para que Dios recompense a nuestros padrinos vivos o fallecidos; para renovar nuestro compromiso a la santificación de nuestros propios ahijados, dondequiera que se encuentren en su camino; y para pedir al Señor que se apresure a renovar el entendimiento y la fiel práctica de este importante oficio en la Iglesia”, concluyó.
Un testigo que estaba en el dormitorio de la universidad presenció a una joven que gritaba y lloraba con objetos en la mano que amenazaban con suicidarse, pero lo que sucedió a continuación fue épico.
La niña estaba gritando y llorando y diciendo que no tenía a nadie ni nada por lo que vivir más y pronto la policía aterrizó y comenzó a decirle que dejara de hacer lo que estaba haciendo.
La policía estaba lista para atarla y llevarla a la sala de psiquiatría, pero luego sus colegas de la universidad comenzaron a salir de sus habitaciones, rodearon a la niña y le dijeron a la policía que la dejaran en paz.
Les dijeron que vivía en el campus con ellos y aunque no la conocían lo suficiente, la amaban y la rodeaban como una pared y comenzaron a orar por ella.
Los jóvenes podrían haber tomado el camino más fácil al ignorar su comportamiento y quedarse en sus habitaciones, pero en cambio le salvaron la vida y le hicieron saber que es amada y bienvenida en el campus.
Estamos conmovidos por esta asombrosa historia y por el corazón de estos jóvenes que decidieron defender a una de sus amigas que estaba en una mala etapa de la vida y la rodearon como un muro y la cubrieron en oración.
El pasado jueves 4 de noviembre una niña de 6 años murió atropellada, y otas dos fueron gravemente heridas a la salida del colegio Montealto, Madrid (España) cuando fueron atropelladas por accidente por un vehículo a la salida del colegio.
Una madre del colegio intentaba aparcar un coche automático, al intentar dar marcha atrás, de manera accidental se desplazó hacia delante arrollando a las niñas.
La más pequeña, de 6 años, falleció a pesar de los intentos de los sanitarios que le practicaron maniobras de reanimación durante casi 40 minutos. Las otras dos menores se encuentran en estado grave en diversos hospitales de Madrid.
Ante esta tragedia el Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, manifestó su cercanía con las familias a través de su cuenta de twitter.
“Me uno al sufrimiento de las familias golpeadas por el accidente en el colegio Montealto, con una oración por todas ellas y especialmente por la que ha perdido a una hija. Traslado mi afecto a toda la comunidad educativa”, aseguró el Cardenal.
Me uno al sufrimiento de las familias golpeadas por el accidente en el colegio Montealto, con una oración por todas ellas y muy especialmente por la que ha perdido a una hija. Traslado mi afecto a toda la comunidad educativa.
En las redes sociales se ha creado la cuenta de Instagram “un rosario por Montealto”, que ya cuenta con más de dos mil seguidores y en la que proponen una cadena de oración para el próximo domingo 7 de noviembre.
Proponen que se rece “durante 24 horas del Santo Rosario por la pequeña fallecida en el accidente, por su familia, por la conductora y por todas las familias afectadas”.
A través de este formulario se puede elegir el momento del día, en el que se quiere rezar esta oración por los afectados en el accidente. “Solo podemos rezar por el alma de María, por la prontísima recuperación de las otras dos chicas afectadas y por toda la familia Fomento, en especial por Montealto”.
Fomento de Centros de Enseñanza es una institución educativa impulsada por un grupo de padres y educadores que cuenta con 35 colegios en España , 21 Kid’s Garden y el Centro Universitario Villanueva en Madrid. La formación espiritual en estos colegios la imparten sacerdotes del Opus Dei.
El video viral muestra la reacción de alegría de una adorable niña de 2 años cuando su papá desenvuelve una pintura al óleo de Nuestra Señora de Guadalupe que le compró mientras estaba ausente por trabajo.
Su expresión alegre merecería atención por sí sola, pero el video obtuvo más reproducciones debido a la familia en cuestión: su «papá» es el actor David Henrie, famoso por sus papeles en “How I Met Your Mother” (Cómo conocí a vuestra madre) y “Wizards of Waverly Place” (Disney Channel). , entre otros.
Su esposa, Maria Cahill, con quien David Henrie tiene dos hijos (una hija de 2 años, Pia, y un bebé que aún no tiene un año), es una ex Miss Delaware y una católica ferviente. El propio Henrie fue criado como católico y, según algunas fuentes, redescubrió su fe en los últimos años.
En el video en cuestión, el actor de 32 años dice: “Esta es una pintura al óleo pintada a mano…”, y Pia interviene: “¡Oh, papá! ¡Oye, papá! ”.“ ¿Adivina quién? ”, dice él. La niña jadea al ver la imagen y exclama: «¡Gaayupe!» David Henrie luego lo confirma, «¡Guadalupe!» riendo de alegría con su hija.
Aquí está el texto que acompaña al video:
SU REACCIÓN AL FINAL 😂 después de semanas en la carretera, le compré a Pia una pintura al óleo de una imagen con la que está obsesionada en este momento. ¡Consiga siempre regalos para sus hijos cuando viaje! Siempre fue mi cosa favorita. Mi comentario favorito de mi Tiktok fue “la abuela de alguien se reencarna en tu hija 😂” jaja 🇲🇽 🥰
El cuadro de Nuestra Señora de Guadalupe que compró David Henrie a su hija es ciertamente hermoso, ¡pero el original es nada menos que milagroso! Puedes leer más sobre la imagen, su simbolismo y su impacto aquí en Aleteia.