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¿Te llenan de alegría los mandatos de Dios?

¿Te llenan de alegría los mandatos de Dios?

¿Cómo puede un mandato alegrar el corazón?

«Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón. La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos».

Los deseos de Dios son puros. Lo que Él quiere es mi bien, desea que viva y madure, que toque el cielo con mi vida, con mis obras.

¿Qué es lo que me manda Dios? A veces me invento preceptos, me pongo exigencias que vienen de mi deseo de perfección y pureza. Demasiadas normas tejidas sobre mi piel.

Son menos los mandatos de Dios. Son rectos y alegran el corazón. Eso es lo importante. Lo que me manda Dios es lo que me alegra el alma.

¿Cumplir los mandatos de Dios me alegra?

Uno piensa que lo que me manda alguien fuera de mí no puede nunca alegrarme. Es como si esa orden impuesta coartara mi libertad.

Como en la revolución estudiantil de mayo del 68 en París se decía: «Prohibido prohibir. La libertad comienza con una prohibición», Jim Morrison.

Y otras proclamas similares: «Dejen de prohibir tanto porque ya no alcanzo a desobedecer todo».

Entonces me detengo a pensar si me da alegría obedecer los mandatos de Dios. Si tengo paz en el alma al pensar en todo lo que me mandan.

¿Demasiadas prohibiciones?

¿Qué me pide Dios? ¿Qué desea que haga? ¿Me lo ha prohibido todo?

A veces puedo mirar la Iglesia como un conjunto de normas y prohibiciones. Esto se puede y esto no.

Y vivo sorteando obstáculos, evitando choques y luchando por no salirme del camino tan firmemente señalado.

El corazón sufre al sentir que todo está limitado por prohibiciones y mandatos. Como si obedeciendo pudiera ser más feliz.

¿No soy más feliz cuando hago lo que deseo, cuando no tengo límites en el ejercicio de mi libre voluntad?

Me cuesta creer en ese Dios que manda, impone y prohíbe. En ese Dios que marca límites y delimita el camino por el que debo ir.

Lo que Dios quiere

¿Qué es lo que Dios me pide realmente? ¿Qué es lo que espera de mí? No tengo todas las respuestas. Pero sé que Dios quiere que elija el bien y no el mal.

Desea que ame y que no odie. Desea que siembre la paz y haga realidad las bienaventuranzas en la tierra.

Es un Dios que tiene más deseos en su corazón de Padre que prohibiciones que limitan mi acción en el mundo.

Quiere que sea generoso y no guarde mi riqueza de forma egoísta, como dice la Biblia:

«Vosotros los ricos, gemid y llorad ante las desgracias que se os avecinan. Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos son pasto de la polilla. Vuestro oro y vuestra plata están oxidados y este óxido será un testimonio contra vosotros».

La ley del amor

El mandato del Dios tiene que ver con la caridad, con el amor a mi prójimo, con mi preocupación por el que sufre, por el abandonado, por el migrante. Su mandato es que mi vida sea para dar amor a los demás:

«Os aseguro que el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías no quedará sin recompensa».

Mi caridad es lo que me levanta el alma y me anima a luchar, a entregar la vida. El mandato del amor se impone por encima del mandato del odio.

Dios sólo me pide que ame, que me entregue. Luego el hombre pone los límites, marca los caminos y deletrea las exigencias. Y me siento más seguro entre normas que dejan claro el camino por el que seguir.

La felicidad es más sencilla

En ocasiones le he dado más importancia a la norma que al amor de Dios. Me haimportado más la prohibición o el precepto que el Espíritu que habita el mandato último de mi Padre.

Su deseo es que viva y ame en plenitud. Sólo busca que sea feliz, que me sienta amado y querido como soy. Que entienda que mis pecados me alejan de la meta.

Pero no porque vaya a recibir una pena por mis errores, sino simplemente porque mi pecado me llena de rabia, de dolor, de angustia, de indiferencia, de desdén hacia la vida de los hombres.

Mi pecado me embrutece, me deshumaniza y acaba por tapar la voz de Dios en mi alma. Mi pecado me vuelve autorreferente en esa búsqueda de una felicidad rápida y superficial.

Vivir para dar vida

El amor de Dios quiere que sea fiel en mis amores. Noble en mi entrega. Veraz en mi forma de vivir.

Su mandato es que viva para dar la vida y no me canse de buscar la felicidad de aquel a quien amo. Que no me canse de intentar mostrarle su belleza, su rostro oculto.

El amor de Dios es el mandato que quiere hacerme firme y fiel a mi verdad. Quiere Dios que viva con raíces hondas. Y ame con pureza respetando los deseos de la persona amada.

Que no me obsesione la búsqueda del poder. Ni no me aferre al éxito como mi tabla de salvación.

Quiere que sea feliz con las cosas pequeñas que da la vida. Que acepte con humildad que no todo puedo hacerlo bien.

Que sepa que la vida se juega en elecciones simples en las que opto por el bien del otro antes que por el mío propio.

Pobre, libre, alegre

El mandato de Dios quiere que alabe a mi hermano y busque su bien. Que piense en los que sufren y trate de mitigar su dolor. Que viva el presente sin angustiarme por el futuro incierto.

Desea Dios que mis acciones y omisiones siembren esperanza y nunca angustias y miedo. Quiere Dios que sea pobre de espíritu para llevar paz y alegría.

Me manda Dios que sea fiel a mí mismo, a mi verdad. Que no huya de mis compromisos y acepte el camino que he elegido en libertad.

¡No temas desnudar tu alma frente a Dios!

¡No temas desnudar tu alma frente a Dios!

veces no quiero mostrarte cómo soy.No estoy dispuesto a desnudar mi alma. Me parece injusto desvelar mis debilidades, mostrarme vulnerable ante tus ojos y ver cómo tu mirada cambia, y cae la imagen que tenías de mí.

Tal vez por eso me escondo. Me he inventado disfraces tras los cuales la vida se ve desde la trinchera. Oculto detrás de una máscara, escondido a los ojos del mundo.

Con ese aspecto me parece que soy mejor, más bello, más alto, más poderoso. Me he puesto maquillaje para disimular las arrugas y cubrir mis carencias.

Con pintura logro que desaparezca la tristeza y no se vea la angustia. Detrás de algún biombo parezco más delgado, más profundo, más inteligente, más audaz.

Desde la barrera me veo más atractivo, más valiente, más aventurero. Es curioso lo que consigue un buen disfraz.

¿Me aceptarás?

Te hago ver que soy valiente contando hazañas que no he logrado. Te muestro mi seguridad con palabras fuertes para ocultar como puedo mi inseguridad más profunda.

Hago como que no necesito tu abrazo mientras te lo suplico callado, con ademanes mudos.

Hago bromas para quitar la tensión que me provoca ser yo mismo ante tus ojos y que tú me descubras en mi verdad.

¿Me aceptarás cuando sepas quién soy en lo más hondo? ¿Seguirás queriéndome cuando no esté a la altura de tus expectativas, esas que nunca has verbalizado?

Soñabas con alguien distinto y no soy el que hace posibles tus sueños. No tengo la fuerza que pensabas, ni la sagacidad que imaginabas.

Perdón, Dios, te mentí

Por eso te engaño y te digo que hice lo que no hice. Porque eso era lo que esperabas de mí y no quiero defraudarte.

No quiero confesar que lo que me pediste lo olvidé. Temo tu reacción, tu desprecio, tu desencanto.

He hecho cosas muy distintas de aquellas que tú esperabas. Tienes una imagen de mí tan perfecta que no puedo sostenerla en el tiempo. Y me avergüenza tener que estropearla.

No soy esa persona perfecta que te mostré para que me amaras. Tengo el alma herida desde niño y he tocado muchas veces la piel áspera de la derrota.

Me cuesta mostrarme

Por eso me cuesta tener que asumir nuevas batallas perdidas. Me he sentido solo muy a menudo y no quiero que notes el miedo que tengo a volver a sufrir la soledad.

Me cuesta decirte quién soy porque no sé si me reconocerás cuando me veas desnudo y sin maquillajes ante tus ojos.

Puede que entonces me abandones al sentirte engañado. Así me ha ocurrido tantas veces y ya no pienso que ahora pueda ser diferente.

Por eso veo que las máscaras que me he inventado me protegen en un mundo hostil que sólo quiere conocer las historias bonitas de los héroes.

Este mundo ingrato no quiere saber nada de villanos. Menos aún de cobardes indignos.

Desea escuchar las virtudes de los hombres porque teme enfrentarse continuamente con sus defectos y pecados.

Sé que valgo

Pero sé en el fondo de mi alma que soy más que mi pecado más terrible. Valgo más que ese crimen que no soy capaz de confesar. Mucho más que el desprecio que me produce mi propia pobreza.

Miro con dolor mi miseria y no la acepto, no la quiero. Por eso la escondo detrás de alguna máscara sonriente que ahuyente las penas.

Siempre estaré sereno y con paz, siempre veré el lado bueno de las cosas, nunca tendré un momento de temor o de angustia, en ningún momento me verás amargado o lleno de miedos.

Así, oculto tras mis máscaras serenas, me siento más seguro. Y tú me aceptas. Pero siempre de nuevo me confronto con mi verdad.

Y vuelvo a pensar que sí, que estoy dispuesto a desenmascarar al yo escondido en lo más profundo de mi ser, bajo la apariencia de esa piel perfecta que te muestro, para que me alabes y te alegres al verme perfecto.

Quiero mostrar la verdad

Soy imperfecto y me duele el dolor de mi propia vida. Pero sé que quiero decirte quién soy.

Es cierto que temo que nunca más quieras saber de mí. Pero tengo que hacerlo. Quiero quitarme todas las máscaras y decirte quién soy.

Aunque me asuste el rechazo. Lo he vivido ya antes. He sobrevivido al desprecio oculto bajo mi maquillaje.

Disfrazado valgo más, eso he pensado. Pero me duelen las mentiras y quiero dejar de vivir con mentiras.

Soy el que soy y no temo la verdad de mi vida. No temo tu rechazo. Quiero ser honesto conmigo mismo, contigo, con Dios.

No quiero olvidarme nada. Ni le oculto a Dios ninguno de mis pecados. No le escondo mi fragilidad.

Él me conoce mejor que yo y me anima a ser sincero. Me desnudo ante ti. Fuera todas las máscaras.

¿Me aceptarás? No lo dudo. Mi vulnerabilidad atraerá tu misericordia. Estoy seguro.

¡Carlos Acutis joven influencer es beatificado!

¡Carlos Acutis joven influencer es beatificado!

Las reliquias del beato Carlo Acutis, el joven conocido mundialmente por ser un “influencer” religioso, recorren desde ayer la Diócesis de Río Cuarto. En la víspera arribaron a General Levalle y desde allí pasarán por distintas localidades del sur de Córdoba, para que los fieles puedan venerarlas.

El padre Daniel Gallardo, párroco de Reducción, aseguró a Puntal que la misión se extenderá hasta el 17 de octubre y destacó las cualidades de Acutis.

“Fue un enamorado de Jesús que se dedicó a promover la devoción de la Eucaristía. Junto con las reliquias también se expondrán los 54 milagros eucarísticos que han acontecido en distintas partes del mundo”, comentó Gallardo.

Por su parte, Facundo Etchebar, miembro de la Pastoral de la Juventud, dijo a Puntal que esperan que la visita de las reliquias del beato sirva para reavivar todo aquello que se vio afectado por la pandemia.

“Por la pandemia se dio una especie de apagón generalizado. Esperamos que la visita de las reliquias sea un volver a encender eso que se ha dormido por lo que ha sufrido la humanidad. Si bien en un momento lo virtual sirvió, hoy existe un cansancio y hay una necesidad de encuentro”, consideró Etchebar.

Al mismo tiempo, el joven sostuvo que el hecho de que la de Carlo Acutis sea una figura contemporánea (falleció a los 15 años en 2006) hace que el beato se sienta como alguien cercano.

“A los jóvenes nos hace ver que es posible ser santo en la actualidad y que no hace falta realizar cosas tan grandes, sino hacer de lo ordinario algo extraordinario, poniendo lo mejor de nosotros”, acotó.

A todo esto, Etchebar señaló que, más allá de las celebraciones que se realizarán en distintas parroquias, están previstos dos eventos importantes destinados, principalmente, a los jóvenes. El primero de ellos será el martes 12 de octubre a las 20 horas en la parroquia Jesús Resucitado (Quírico Porreca 153), donde se desarrollará una misa y se hará una adoración eucarística con la presencia del obispo Adolfo Uriona.

En tanto, el sábado 16 a partir de las 15.30 horas se concretará una concentración en el Parque Sarmiento con la animación de la banda Toco para Dios. Seguidamente, alrededor de las 16.30 horas, se dará inicio a una peregrinación a pie hacia el Seminario Jesús Buen Pastor donde Uriona encabezará otra misa.

¡Cristianos buscan restaurar lugar de nacimiento de Jesús!

¡Cristianos buscan restaurar lugar de nacimiento de Jesús!

Los cristianos estadounidenses están ayudado en la recaudación de fondos utilizados para restaurar una antigua iglesia en Cisjordania, que se cree que es el lugar de nacimiento de Jesucristo, que alguna vez estuvo en una lista de las Naciones Unidas de sitios del patrimonio mundial. 

La Iglesia de la Natividad en Belén no solo es un destino turístico popular para los peregrinos cristianos que visitan Tierra Santa, sino que fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2012.

Anteriormente figuraba en la Lista de la UNESCO de Patrimonio Mundial en Peligro, debido a un «mal estado de conservación», antes de su eliminación en 2019. 

Terminada alrededor del año 565, la iglesia no ha sido renovada en gran medida desde 1480 y estaba en peligro de derrumbarse. Pero en los últimos años, la iglesia ha sido objeto de varios proyectos de restauración en su techo, fachadas, mosaicos y puertas gracias a las contribuciones de donantes de todo el mundo.

«La Iglesia de la Natividad es un tesoro de historia y de fe», dijo Mazen Karam, director gerente y director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Bethlehem, en un comunicado enviado a Christian Post. «Hemos hecho un gran progreso y esperamos completar el trabajo para devolver este tesoro al mundo».

EEUU es mayor donante

El BDF lanzó una organización no gubernamental sin fines de lucro llamada American Friends of the Bethlehem Foundation (AFBDF) en 2018. Juntos, los grupos han recaudado aproximadamente 30 millones de dólares en los últimos ocho años para restaurar la iglesia. Gran parte de esa financiación proviene de donantes estadounidenses.

«Los cristianos en los Estados Unidos tienen un amor entusiasta por la Ciudad Santa de Belén», dijo el presidente de la AFBDF, George Salem. «Estamos encantados con el gran apoyo de nuestros amigos estadounidenses y su compromiso de ayudar a revitalizar la Iglesia de la Natividad».

BDF y la AFBDF han ayudado a financiar la restauración de las fachadas externas, un mosaico de pared, puertas de basílica, yeso interno, las últimas 11 columnas de la nave central, el nártex, arquitrabes de madera y sistemas de iluminación y detección de humo instalados. 

Las organizaciones tienen otros planes para impulsar el proyecto, que incluyen la consolidación de los muros de la iglesia contra la actividad sísmica, el revestimiento del piso con piedra y mármol, la restauración de losas de piedra en el patio delantero y la instalación de sistemas de extinción de incendios y microclimáticos.

«Estamos comprometidos a restaurar la Iglesia de la Natividad a su antigua gloria», dijo Samer Khoury, presidente del consejo de administración de BDF.

«Pero nuestro compromiso con Belén es mucho más; estamos apuntando a iniciativas sostenibles y proyectos comunitarios, con la esperanza de restaurar algo de paz, amor y alegría a la gente de Belén».