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Tu “Sí” No es tuyo, es el “Sí” de Dios padre.

Tu “Sí” No es tuyo, es el “Sí” de Dios padre.

Aceptar lo que Dios me pide y darle un sí alegre y convencido es un verdadero milagro.

El sí a su voluntad, a sus deseos más íntimos me parece imposible.

Sé que lo que Él quiere es que sea feliz y mi vida sea plena pero luego veo muchas vidas frustradas, muchos fracasos y dolores y pienso que no siempre la vida es plena y feliz.

Me conmueven los que llegan al final de sus vidas agradecidos y satisfechos por haber seguido las huellas de Dios. ¿Tuvieron más suerte?

Sé que Dios me quiere donde Él me ha puesto, para que dé fruto allí donde echo mis raíces.

Y yo obedezco y sigo su camino con paso firme. Y le digo que sí con voz tímida y algo cobarde.

Y se refuerza mi entrega en el sí de aquellos que se ofrecen para siempre en sus manos renunciando a todo.

Es verdad, el pecado que observo me desanima, me escandaliza y me quita fuerzas. El dolor causado a otros inocentes por la maldad de los hombres. El odio que es visible en actos de venganza y rabia.

Mientras que una vida santa y lograda es un ejemplo que alegra mi espíritu.

Yo también puedo

Me recuerda que yo en mi vida también puedo decir que sí, a lo que ahora vivo, a lo que ahora amo, a lo que me turba y espanta, a lo que me desafía e inquieta.

Puedo romper la barrera de mis miedos. Puedo alejar de mí lo que me amenaza como un temor infundado.

Puedo empezar de nuevo aún después de la derrota. Puedo confiar en las personas siempre, aun cuando me hayan fallado.

El sí de ese hombre frágil y herido, pequeño y niño me anima a mí a ser fiel en lo pequeño, en mi entrega diaria, en mi sí apasionado por la vida que vivo.

Una muestra de que Dios está conmigo

Ese sí pronunciado con voz queda es la muestra más grande de la presencia de Dios cerca de mí. Me anima a creer que Dios camina a mi lado.

Los caminos de Dios son misteriosos.

El hombre hace cálculos y piensa, proyecta y espera. Pero Dios es paciente y sigue acompañando la vida que crece con cortas raíces y tallos frágiles. Y la anima a que siga luchando por no morir.

Así es la vocación de Dios a seguir sus pasos. Una llamada silenciosa dentro del alma. Un fuego que se enciende sin que pueda apagarlo.

Una irrupción que cambia de golpe todos mis proyectos. Un deseo inmenso de amar la vida, a Dios, a los hombres.

La pasión por lo que vivo que ya nunca dejará de estar viva. Y una fuerza interior que no me va a dejar nunca quieto y apagado porque es una luz que todo lo ilumina.

Dios llama, ¿qué respondes?

Ese sí a la llamada de Dios, echado sobre la roca de una Iglesia, es una fuerza que me anima a mí a seguir adelante, a luchar todavía más y a no perder la esperanza en tiempos donde la esperanza es escasa.

Ese sí convencido en tiempos revueltos me abre los ojos y llena mi corazón de fuego. Yo también puedo decir que sí.

Yo también puedo despojarme de cadenas y ataduras. Yo también puedo elevarme por encima de esos límites que el mundo y yo mismo hemos construido.

Puedo abarcar con mis brazos más corazones y vestir de fiesta todas las tristezas que se agolpan ante mi puerta.

Yo puedo empezar de nuevo con un corazón valiente que sabe decir que sí en medio de mil dudas y temores.

Un canto a Dios

Así es la vida que se yergue después de estar echada, postrada, ante el Dios que la sostiene para siempre en medio de las luchas.

Su sí valiente resuena en mis oídos como un canto de alabanza por las maravillas que Dios siempre hace en el corazón del hombre.

Hace milagros en la pobreza humana. Fortalece ese sí frágil hasta hacerlo firme. Siempre me enamora y conmueve su sí.

En la fuerza de su sí yo renuevo el mío. Me hago niño y me revisto de su alegría.

¡Salva tu alma, solo tu puedes hacerlo!

¡Salva tu alma, solo tu puedes hacerlo!

Este hombre dedicó su vida a buscar riquezas y despreciaba a los demás.

Le pedían que cambiara, pero él solo pensaba en hacerse rico.

Una tarde murió y fue llevado al juicio de Dios. Vio pasar su mala vida frente a él. Lo acompañaba su ángel custodio.

– ¿Tienes una sola obra buena que puedas presentar en tu favor?

El hombre guardaba silencio. No la tenía.

Dios esperaba paciente la respuesta.

– En ese caso, te espera la condenación eterna.

Aquella limosna…

Su ángel custodio reaccionó rápido y suplicó a Dios:

– Un momento Señor. Sé que no tuvo una vida ejemplar, pero en una ocasión hizo algo que podrías tomar en cuenta. Se le acercó un pobre para pedir limosa y él disgustado le arrojó un mendrugo de pan seco a la cabeza gritándole que se alejara. El pobre tomó el mendrugo de pan y se alejó. Sé que no es lo ideal, pero en tu bondad infinita, ¿podrías considerar que dio limosna al pobre?

El hombre aterrado miraba a su alrededor. Recordaba arrepentido ese momento y lo mal que trató a aquel pobre.

Dios en su gran misericordia decidió aceptar este gesto propuesto por el ángel custodio y el hombre se salvó.

Ahora tú, que lees esta historia, debes saberlo… ¿Cómo está tu alma? Es un tema muy serio. Hablamos de tu eternidad.

Aún estás a tiempo de salvarte. ¡Hazlo!

¿Qué debo hacer?

Primero, haz una buena confesión sacramental. Podrás limpiar tu alma de todo pecado y restaurar tu amistad con Dios. Procura permanecer en su presencia amorosa.

Dediquemos unos minutos a leer la Biblia. ¿Te parece? Ábrela en Tobías 4. Encontrarás explicaciones maravillosas sobre ser generosos, dar limosna.

«Con tus bienes haz limosna en beneficio de todos los que practican la justicia y el bien, y no vuelvas la cara al pobre, para que el Señor no aparte su rostro de ti. Da limosna según tus posibilidades. La limosna nos libra de la muerte y nos guarda de andar en tinieblas. Además, para el que da, su limosna le queda como un precioso depósito ante el Altísimo”.

Jesús tuvo una conversación con un joven sobre este tema. Estoy seguro que te ayudará. Le hicieron la pregunta. En Lucas 18 puedes encontrar la historia. Es interesantísima.

Pero hagamos un alto. Vamos a meternos en el Evangelio. Imagina por un momento que estás allí, en medio, cerca de Jesús. Lo ves y escuchas la conversación.

“Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?”

Le dijo Jesús:

“¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No cometas adulterio, no mates, no robes, no levantes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.”

Él dijo:

“Todo eso lo he guardado desde mi juventud.”

Oyendo esto Jesús, le dijo:

“Aún te falta una cosa. Todo cuanto tienes véndelo y repártelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego, ven y sígueme.”

El amor salva

Jesús te llama. ¿Te animas a seguirlo?

Es hora de tomar en serio el tema de nuestra salvación eterna.

Salva tu alma. Haz obras de misericordia. Ama.

Medio Millón de católicos buscan la paz en Tierra Santa

Medio Millón de católicos buscan la paz en Tierra Santa

Más de medio millón de católicos en todo el mundo se unieron en el rezo del Santo Rosario por la paz y los cristianos en Tierra Santa, en una jornada de oración en la que participaron obispos, sacerdotes, laicos y religiosas de México, Siria, Egipto, Irak, Líbano, Palestina y Jerusalén.

La jornada de oración se realizó en el marco de la Fiesta de Nuestra Señora Reina de Palestina, y se rezó en árabe, siríaco, hebreo y español.

Este 25/10/21 rezamos por los Cristianos y la Paz en Tierra Santa desde: #Jerusalén #Siria #Gaza #Líbano #Irak #Egipto #Mexico en #BasílicadeGuadalupe y desde el Monasterio de Deir Rafat donde se encuentra la Advocación de Nuestra Señora de Palestina pic.twitter.com/FC8ap6Gawr

— Terra Sancta México (@TerraSanctaMx) October 27, 2021

Entre los participantes estaban el Arzobispo de Alepo (Siria), Mons. Antoine Chahda; y el Nuncio Apostólico de Israel y Palestina, Mons. Adolfo Tito YIIana.

Además participaron el P. Luis Montes desde Egipto y su hermano, el P. Enrique Montes, desde Irak. Ambos son sacerdotes del Instituto del Verbo Encarnado, misioneros en Tierra Santa.

También de la Familia del Verbo Encarnado, las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará cantaron en la jornada de oración desde Irak.

Desde la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México rezó Ana Paula Morales, mientras que Kathleen Nichols, consagrada del Regnum Christi, lo hizo desde el Santuario de Deir Rafat, donde se encuentra la advocación de Nuestra Señora de Palestina, en Israel.

Junto a Nichols participaron las Hermanas de Belén, la Asunción de la Virgen y San Bruno.

Capilla de la Paz, Notre Dame de Jerusalén, el Arzobispo Adolfo Tito YIIana, Nuncio Apostólico de Israel y Palestina, acompañado de varios sacerdotes y fieles, dio la bendición para finalizar el Rosario por los Cristianos y la Paz en Tierra Santa.

¡Ex convicto fue salvado del suicidio por Dios!

¡Ex convicto fue salvado del suicidio por Dios!

El exconvicto Aleksandar Opanjic compartió su testimonio en el cual afirmó que Dios le salvó la vida cuando intentó suicidare.

Aleksandar vivió los horrores de la guerra de Bosnia, lo que le dejó un profundo trauma que le produjo estrés postraumático.

El hombre se mudó a Estados Unidos donde trató de evadir los recuerdos de la guerra con alcohol y drogas.

El trauma comenzó a crearle estragos en su vida social. Tuvo un matrimonio y un hijo, pero su esposa lo abandonó debido a sus incontrolables adicciones.

Aleksandar estaba completamente desviado de su camino y decidió juntarse con un grupo de motociclistas dedicados a la venta de armas y de drogas.

El exconvicto fue detenido y dentro de la cárcel escucho la palabra del Señor. Pese a sentirse atraído por las Sagradas Escrituras, al volver a salir siguió con su vida delincuencial.

Nuevamente, Aleksandar fue detenido y dentro de la cárcel intentó suicidarse para, según su criterio, calmar su dolor. Pero una voz lo detuvo diciéndole que abriera la Biblia.

Dios le dijo a través de la Palabra que lo había estado guardando desde hace tiempo, y desde ese momento decidió convertirse al Señor.

Actualmente, Aleksandar vive solo para el Señor y tiene una vida totalmente alejada de la delincuencia, donde además ya no sufre de estrés postraumático. El hombre dice que Dios lo liberó.